Por Nuestro Faro cumple esta semana 8 años de existencia, tantos como el uso y explotación exclusivos de la isla Pancha. Ha sido este quizás el proceso de privatización más opaco de la historia reciente de Ribadeo, en cuanto a la tramitación del proyecto y a la difusión de información.
Desde nuestra asociación tenemos la impresión de haber ejercido nuestra labor siempre a contracorriente de esas instituciones que nos debían transparencia pero que actuaban siguiendo patrones propios, sin dar cuentas de nada, muy lejos del talante democrático y participativo que se hubiese esperado ante la gestión de un patrimonio común tan emblemático como la isla Pancha.
Pero no solo hemos tenido que luchar cada migaja de información obtenida de Puertos o del Concello de Ribadeo, recurriendo incluso a la Valedora do Pobo para que interviniese ante el silencio consistorial, sino porque las instituciones han movido montañas desde su poder para llevar a cabo la privatizacion del espacio natural más representativo y preservado de Ribadeo. Y a cualquier precio.
Todo empezó en 2015 con el levantamiento de la ley que prohibía el uso hotelero de los faros, por parte del gobierno de Rajoy, en Madrid. En aquel entonces el único proyecto que se tendría en cuenta para instalar un hotel en el faro de la isla Pancha de Ribadeo ya estaba preparado de antemano y solo faltaba esperar a que Madrid cambiase las leyes. Y así fue, la concesión se otorgó inmediatamente bajo el manto de la Autoridad Portuaria y el aplauso público del alcalde de Ribadeo. Nuestra asociación vio que era tan fácil arrojar el patrimonio a manos privadas como cerrarlo al público dando la mínima información. Las montañas institucionales siguieron moviéndose hasta desdoblar el proyecto inicial en hotel y cafetería esquivando así el preceptivo estudio de impacto medioambiental que se exigía al conjunto del proyecto : con la excusa de que el hotel no incluía ninguna obra exterior los apartamentos podían ir funcionando hasta la aprobación (en el concello y a puerta cerrada) de la licencia de actividad de la cafetería. De nada sirvieron las leyes españolas y europeas destinadas a proteger una zona perteneciente a la Red Natura 2000, o los informes obtenidos del Defensor del Pueblo declarando la falta de estudio de impacto medioambiental. Aquí la complicidad Puertos-Concello al servicio de esa privatización fue más fuerte que nuestra alegación, que, con las leyes en la mano y el apoyo del Defensor del Pueblo, fue calificada de incongruente por parte del Concello de Ribadeo.
Por otro lado, la isla estuvo cerrada durante 7 años. Por eso en la asociación nos quedamos tan extrañados cuando vimos rota la relación Puertos-Concello y el alcalde decidió llevarse por delante la puerta que había voluntariamente ignorado todo aquel tiempo, así como tantos de nuestros escritos reclamando su apertura. Pero tampoco hubo respuesta a muchos otros : sin ir más lejos, el último, de enero de 2023, pidiéndole al señor alcalde que iniciase las gestiones para que el faro sea declarado BIC en base a sus forjados de Sargadelos. Parece que la propiedad privada no se toca.
Pero volviendo al tema del acceso, ¿dónde estaban Puertos y Concello cuando denunciamos ante la fiscalía en junio de 2019 que la puerta de la isla estaba cerrada, a pesar de que la licencia que el mismo alcalde había otorgado en diciembre de 2017 exigía el acceso libre? Aunque la fiscalía nos dio la razón, la puerta siguió cerrada. También en este último año recurrimos al grupo parlamentario del BNG para pedir en Ribadeo el mismo apoyo que daban a la Illa da Creba, para que fuera pública y de libre acceso.
Nos alegramos de que Puertos dijera el verano pasado que la puerta de la isla debía permanecer abierta durante el día. Su espontaneidad después de 7 años resulta refrescante. Así como la del alcalde, que en el último año se ha puesto a vigilar el acceso con vehemencia inusitada.
No sabemos que aire removimos o cuál fue la nota que sonó de pronto, pero todo lo que queda por saber y por hacer (fosa séptica sin legalizar, estudio de impacto medioambiental inexistente, etc.) nos empuja a seguir adelante, por ética y por coherencia, con el mismo empeño que todos estos años.
No nos engañemos, nadie es un virtuoso por tocar una tecla en un piano un día, después de 7 años. Si acaso, un espontáneo. Por eso, queremos dar las gracias a los que nos han acompañado y nos acompañan en esta lucha de fondo por la protección real de nuestro patrimonio y contra lo que sigue siendo la privatización de nuestra tierra. Aunque no tenga puerta.
Covadonga Suárez, presidenta de la AVV Por Nuestro Faro