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Ribadeo, la Atapuerca de Galicia para la arqueología submarina

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

SOMOS MAR

J.A.

Un ánfora de hace 2.600 años es la pieza arqueológica náutica relacionada con el comercio de larga distancia más antigua que se ha localizado en la costa Cantábrica

29 nov 2021 . Actualizado a las 10:31 h.

Un ánfora griega del siglo V antes de Cristo convierte en única a la ría de Ribadeo. Fue uno de los hallazgos más importantes el verano del 2020 durante la campaña de investigación del galeón Santiago (considerado el mejor conservado del mundo de su época, finales del siglo XVI, que yace en la ría ribadense), convirtiéndose en la pieza arqueológica náutica relacionada con el comercio de larga distancia más antigua vista y datada en el Cantábrico. Se han localizado espadas romanas en lugares como la ría del Burgo, pero la relevancia histórica del ánfora radica en que acredita que ya por entonces, hace 2.600 años, desde la costa de Galicia había un intercambio por mar con el Mediterráneo.

La singularidad del puerto y de la ría de Ribadeo tiene su origen en que con los dragados y obras que se hicieron se removieron ingentes cantidades de arena que han sacado a la luz grandes cantidades de restos arqueológicos, piezas que con toda seguridad hay en muchos otros puertos, pero que permanecen ocultas. Por eso Ribadeo se convierte en una especie de Atapuerca para los arqueólogos submarinos.

El hallazgo del ánfora del siglo V antes de Cristo dio pie a que este verano se abriese una línea de investigación paralela a la del galeón Santiago, con un equipo multidisciplinar de expertos que recuperaron piezas de la ría (varios centenares) para, mediante su análisis posterior, ver la evolución del puerto. Parte de ese material se expuso en la oficina de turismo de Ribadeo, siendo la primera vez que se mostraban piezas halladas en la ría ribadense, que es un auténtico filón para la arqueología subacuática.

El hallazgo de esta ánfora fue casual. Así fue la historia, que desveló el arqueólogo y comisario de la exposición ribadense, Miguel San Claudio. Encontrándose con buzos de la Armada, de la Unidad de Buceo de Ferrol (Ubufer), realizando una inspección previa a la investigación que se iba a hacer en verano de 2020 al galeón, el comandante Ángel Lozano le planteó regresar a nado al puerto. «Fuimos, y nos encontramos una cerámica massaliota (de la colonia griega de Massalia, la actual Marsella) del siglo V antes de Cristo. Fue una explosión. Nunca antes había aparecido algo así no solo en Ribadeo, sino en ningún otro puerto del norte de España», cuenta Miguel San Claudio.

«Suponía una prueba científica y la pregunta que surgió fue: ¿dónde están el resto de materiales desde el siglo V antes de Cristo hasta el XVI, cuando el hundimiento del galeón Santiago? Eso dio pie a llevar a cabo una nueva campaña, el pasado verano, para ver si había presencia de restos arqueológicos en este intervalo de tiempo, que hasta ahora no se habían detectado. Planteamos a la Xunta un proyecto de prospección arqueológica avalado por el Institute of Nautical Archaeology de Texas, sufragado por este, y el resultado científico fue positivo, porque hemos constatado una presencia de la época clásica posterior a la massaliota. Hemos hallado un ánfora del siglo I antes de Cristo, de la época de Augusto, de las guerras cántabras, la conquista del norte de Hispania. Y hay otros elementos muy interesantes de investigación», explica San Claudio.

Se han recuperado centenares de piezas. En la exposición en Ribadeo apenas se mostró entre un 5 y un 10 % de lo recuperado, que expertos de la Universidade Nova de Lisboa han estado estudiando. 

El aval científico

Y añadió: «Hemos demostrado la presencia en Ribadeo en época clásica (siglo V y IV antes de Cristo) de navegantes procedentes del Mediterráneo. Pero también hemos identificado toda una serie de contactos y relaciones del puerto de Ribadeo con buena parte del mundo. Por ejemplo: las botijas se convirtieron en el elemento de transporte más importante desde el siglo XV al XVIII. Y aquí hemos hallado muestras de toda su evolución. Fue entonces cuando se produjo la primera globalización, cuando se tuvo consciencia de un mundo global en base al trabajo de marinos españoles. Y nosotros tenemos huellas de esos contactos. Con posterioridad encontramos todos los elementos del tráfico comercial con Portugal cuando forma parte del reino de España, que desaparecen prácticamente en 1840, con la ruptura. Ocurre también con los elementos de la zona de Flandes. Toda esa evolución, toda esa historia de Galicia se ve reflejada en las huellas que quedaron en la ría de Ribadeo».

Ribadeo es una mina para los arqueólogos, cuyo estudio arroja luz sobre los contactos marítimos que debió haber por todo el Cantábrico. En ello radica su importancia, en que las conclusiones que se extraen de Ribadeo y de sus abundantes depósitos arqueológicos se pueden extrapolar al resto de los puertos del norte de la península. De ahí el rigor y la presencia de expertos mundiales en las campañas que desde hace años se desarrollan en la ría ribadense, y que se espera continúen.