«Trucos» y secretos para ahorrar en la cesta de la compra

Y. GARCÍA RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

Clientes en un supermercado de la comarca
Clientes en un supermercado de la comarca Pepa Losada

Conscientes de la subida de precios, de siempre han recurrido a hacer una grande con periodicidad sin dejarse llevar por ofertas sin planificar

20 nov 2021 . Actualizado a las 14:20 h.

Ir a la compra, además de un gesto cotidiano, se ha convertido en recorrido mirando precios con lupa. Más que nunca. En el camino hacia el momento clave del «fin de mes» se puede, y debe, controlar el gasto. Y el de la alimentación es importante en cualquier hogar. Hay varios métodos de ahorro, pero uno de las mejores es comprobarlo a pie de calle. Por ejemplo, con el testimonio de personas experimentadas que toda la vida hicieron números, carrito en mano. Antonia Rodríguez y Carmen Trelles, vecinas de Ribadeo y Burela, comparten sus consejos de sabiduría doméstica aunque ambas dan fe de cuánto ha subido la cesta de la compra. Una antes de 60 euros, ahora puede rondar 90 o 100. «Lo nota todo el mundo», dicen.

  1. CALIDAD. Primar ese factor para evitar tirar. La ribadense Antonia Rodríguez explica que ahorro no tiene que ser sinónimo de menor calidad. Al contrario, en su cesta de la compra se fija en la durabilidad y buen estado del producto, que sea de temporada y mejor de origen gallego. Desconfía de lo que se vende «moi rebaixado» porque al final puede significar comida en la basura. Y eso sí es sinónimo de malgasto. Algunos artículos, muy específicos señala, los adquiere de marcas blancas, pero porque le satisface la calidad, señala ella. Pero, añade, «se hai unha oferta concreta, por exemplo de froita, pero a froita non me entra polo ollo, a oferta non a compro». A la burelense Carmen Trelles le gustan las marcas blancas: «A min funciónanme ben. O aceite que traio, para min, é do mellorciño que hai».
  2. OFERTAS. Limitarse a lo estrictamente necesario. Las superficies comerciales, sobre todo las grandes, tienen sus estrategias, archiconocidas, para animar al consumo como las famosas campañas del 3x2 o segunda o tercera unidad al 70%, por poner dos ejemplos habituales para el consumidor. «Eu non aproveito esas ofertas se non necesito realmente o produto», comenta Antonia Rodríguez. «Ao mellor che dan un 3x2 en pasta e despois tes a pasta ‘catro mil anos' porque non a das consumida», pone de ejemplo. Sabe que si se deja llevar y compra compulsivamente y sin planificar puede gastar más al final: «Eu non encho a despensa». «Hai quen leva porque está de oferta, aínda que non lle faga falta», agrega Carmen Trelles.
  3. NO PERECEDEROS. Compra semanal, quincenal o mensual. «Na miña casa teño a despensa prevista, ao mellor, para quince días», añade Antonia Rodríguez. «Na compra grande, en vez de un quilo de azucre compro dous, iso si. Ou fago o mesmo en fariña, en pasta... Compro para quince días porque non sabes o que pode pasar», agrega ella, oriunda de Rinlo pero que vivió más de dos décadas, se casó y tuvo a sus hijos en Uruguay, en una época (mediados de los 60) y «un país no que non había racionamento, pero escaseaban certas cousas». De ahí le quedó el hábito, dejando para el día a día la compra sólo de producto fresco y perecedero y fijándose «se están de oferta». Menos en los plátanos de Canarias, dice la ribadense: «Hai que axudarlles». Carmen Trelles, salvo que se presente una necesidad muy puntual, realiza «compra semanal».
  4. DÓNDE. Lugares de confianza. «Nós, compramos mazás nun posto de Ribadeo toda a vida, pola súa calidade. Pode estar un mes, ter a pel arrugada, pero non pudre», sugiere Antonia. «Non ando recorrendo as tendas», apunta. Tampoco lo hace expresamente Carmen Trelles, pero sí conoce dónde la cesta puede salir más o menos cara, según el establecimiento elegido: «Vou onde teñen os mellores prezos, e calidade. E dependendo do que me faga falta, vou a un lado ou outro».
  5. CONGELADOR. Un buen aliado. Rodríguez aprovecha ciertos productos que consume a menudo cuando están «a bon prezo» para adquirirlos y meterlos en el congelador. «Téñoos a tope. Teño a sorte de que non vou á peixería comprar, pero teño o conxelador cheo de peixe, e labramos», indica Trelles.
  6. OTROS CONSEJOS. «Batch cooking» y conservas. Otros recursos que pueden ser útiles, sobre todo en familias con trabajo y poco tiempo, son el «batch cooking» o cocinar durante 2 ó 3 horas el domingo para toda la semana, ahorrando en comida y energía, y así evitar los llamados «platos precocinados» que se venden en establecimientos y suelen ser más costosos. Carmen Trelles manifiesta que «nunca traio comidas preparadas». «Co rica que está a tortilla da casa!» dice poniendo después en valor y la recuperación de las conservas caseras de bonito, xudías, tomate... «Este ano, ata fixen ketchup!», exclama. «Así teño para todo o ano», finaliza. «Como se aforra de verdade é cociñando na casa e non tirando nada», defiende, apuntando a otra cocina muy útil si hablamos de ahorro, la de aprovechamiento.