Usuarios de pie en el ferrocarril de la costa porque se viaja gratis al no haber revisor

La línea de ferrocarril Ferrol-Ribadeo recuperó el pasado mes de julio las dos frecuencias suprimidas desde el inicio del estado de alarma, pero usuarios denuncian que varios de los problemas recurrentes del tren de media distancia distan aún de tener solución, como la falta de espacio o de revisores.

Una usuaria, la cervense Pamela Villares, asegura sentirse «indignada» tras su experiencia en el ferrocarril, el pasado sábado. Se subió al tren sobre las 12.15 horas con su marido y su hija, de cuatro años, en el apeadero de Madeiro, con la intención de que la pequeña viajase por primera vez en este medio de transporte.

Villares expone que «tivemos que ir de pé, posto que o tren viña cun só vagón e cheo, con varios usuarios con maletas e bicicletas, e a nena sentada na varanda de agarrarse, porque co vaivén do ferrocarril caía». En el viaje de ida, hacia Viveiro, «sí había revisora e cobráronnos o billete», concreta.

No fue así en el viaje de vuelta, desde la ciudad del Landro a Cervo, a partir de las 17.30 horas. Villares sostiene que sacó los billetes en la máquina expendedora pero se dio cuenta «de que moita xente coñecía a picaresca, sabía que non habería revisor e non pagaba». La cervense critica la «contradición» entre que, por un lado, «Renfe se queixe de que non hai usuarios», y por otro «nin teña constancia de cantos viaxeiros hai nin tampouco cobre os tíckets cando o tren vai cheo. Como pode dar beneficio esa liña?», se pregunta.

Villares recuerda que la empresa responsable del tren tiene obligaciones de servicio público y se queja de una oferta «desastrosa» que podría entender, manifiesta, «se non houbese clientes, pero non cun vagón cheo. Ao non haber revisor o condutor tiña que mirar se alguén baixaba nos apeadoiros», añade.

La usuaria cervense incide también en el mantenimiento de la vía, dado que «nalgúns tramos de Celeiro a Xove as árbores raiaban os cristais por falta de limpeza».

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