El pequeño Nicolás, al fin a juicio por la farsa de comer con el rey en Ribadeo

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

EUROPA PRESS

La vista será el 20 de enero en Madrid; varios ribadenses han solicitado poder declarar por videoconferencia desde el juzgado de Mondoñedo

14 dic 2020 . Actualizado a las 19:06 h.

Desde hace un par de semanas varios ribadenses vienen recibiendo cartas certificadas procedentes de la Audiencia Provincial de Madrid, emplazándoles a declarar como testigos el 20 de enero en el inicio del juicio en el que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, popularizado como el pequeño Nicolás, está acusado de supuestos delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo. Fue Ribadeo quien dio la fama a Francisco Nicolás Gómez Iglesias y, también, quien le pone a las puertas de la cárcel, ya que el fiscal pide para él una pena de siete años de prisión y 81.000 euros de multa.

La vista debía haberse celebrado en mayo del año pasado, pero se aplazó por la renuncia de la abogada del pequeño Nicolás alegando haber sufrido presiones y coacciones por defenderlo.

Y como entonces, un buen número de ribadenses cuyo testimonio será clave para determinar la culpabilidad o inocencia del acusado, han vuelto a solicitar declarar por videoconferencia desde el juzgado de Mondoñedo, para evitar así el desplazamiento a Madrid. Entre los que han sido citados a declarar se encuentra el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez; el jefe de la policía local, Dositeo Carreira; el expresidente del Real Club Náutico de Ribadeo, Ramón Acuña; y el chef del Restaurante San Miguel, José Ramón Rodríguez.

En enero se juzgarán hechos ocurridos hace seis años. Fue el 13 de agosto de 2014 cuando la vida de Francisco Nicolás Gómez Iglesias pegó un giro inesperado con un viaje a Ribadeo que pretendía pasase desapercibido pero adquirió una dimisión desmesurada. En este tiempo la fama del pequeño Nicolás ha decrecido y ahora ocupa un discreto segundo plano de popularidad, pero el juicio del caso Ribadeo volverá a darle protagonismo.

Aquel 13 de agosto de 2014 el pequeño Nicolás se presentó en Ribadeo para comer en el restaurante San Miguel con el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, suplantando a un enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real. Su supuesto objetivo era consumar una estafa. Había reservado para tres comensales, uno de los cuales iba a ser un representante muy importante de la Casa Real. Solicitó tres mesas en el restaurante para garantizarse discreción. Ese era otro de los cebos de la trama. Como su llegada a Ribadeo, en cuatro coches de alta gama alquilados (con sus respectivos chóferes), usando dispositivos luminosos de sirenas y pegatinas de acreditaciones oficiales del Ministerio del Interior.

La caída

Si todo fue una farsa es lo que se juzgará ahora. El caso es que esta comida precipitó su caída, porque hasta ese día muy poco se sabía de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, un hombre que ha acreditado una facultad innata para embaucar y que llegó a facilitarse una escolta de la Policía local para hacer su entrada en Ribadeo. También es recordado el episodio en el que, estando comiendo en el restaurante San Miguel, se presentó el alcalde ribadense, Fernando Suárez, para saludarlo (pensando que, en efecto, era un cargo relevante), y el pequeño Nicolás simuló responder a una llamada de teléfono de la vicepresidenta del Gobierno, entonces Soraya Sáenz de Santamaría.

El objetivo del pequeño Nicolás, un facilitador o conseguidor, era cerrar en un restaurante de Ribadeo los últimos flecos de un acuerdo que, según consta en el sumario de la causa, se pretendía sellar esa misma semana ante notario en Marbella.

Pero Jorge Cosmen no picó y días después contactó con la Casa Real y el Gobierno para preguntar si el pequeño Nicolás era quien decía ser. Así se inició la investigación que acabaría con la detención.

Pero fueron muchos los que cayeron en su engaño en Ribadeo, como el jefe de Puertos en Lugo, que accedió a las peticiones que le hicieron por teléfono para que le reservasen plazas de aparcamiento en el muelle de Ribadeo. Solo el comandante accidental de la Guardia Civil de Ribadeo se negó a las peticiones del pequeño Nicolás y sus cómplices, que pretendían sorprender a Jorge Cosmen llegando a Ribadeo escoltados por la policía local y por la Guardia Civil. Por la Benemérita no lo hicieron porque la escolta no fue solicitada por los conductos oficiales.

Además de Francisco Nicolás serán juzgados Jorge González Hormigos (policía nacional destinado en el Grupo de Escoltas y Protección) y el también policía Carlos Pérez López-Davila, como supuestos cómplices del sainete montado en Ribadeo. Para ellos el fiscal pide penas de prisión de cinco años y medio

En mayo de 2019 proclamó su inocencia

La vista prevista para mayo de 2019 se aplazó, pero en aquel momento Francisco Nicolás Gómez Iglesias hizo declaraciones a los medios de comunicación que le esperaban a las puertas del juzgado. Y lo que hizo fue proclamar su inocencia, incidiendo en que en Ribadeo no incurrió en ningún delito. También criticó las presiones que había sufrido su abogada, quenicol calificó de impropias de un Estado de de derecho.