Quejas en Galicia por el cierre perimetral de Asturias

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Ponte dos Santos, solo unos minutos después del confinamiento de Asturias
Ponte dos Santos, solo unos minutos después del confinamiento de Asturias Xaime Ramallal

Vecinos y empresarios de la franja oriental de A Mariña lucense y la occidental asturiana vuelven a ver su vida alterada por las medidas anticovid

28 oct 2020 . Actualizado a las 12:54 h.

Al noreste, una raya en el mapa divide Galicia y Asturias, un territorio único por «familia, amistad, identidad, sentimiento, empatía, cultura o economía», dice Fernando Suárez, alcalde de Ribadeo. Interrelacionadas estrechamente entre sí, la franja oriental de A Mariña lucense y la occidental de Asturias vuelven a estar partidas por las medidas anticovid. Sin restricciones de movilidad, en el lado gallego el toque de queda empieza a las once de la noche y acaba a las seis de la mañana, y en el asturiano comienza una hora antes y remata a la misma, pero el cierre perimetral de esa comunidad condiciona a miles de personas. «Parten famiias y economías, y todos dependemos de todos», lamenta Francisco Iriarte, presidente de la asociación de comerciantes y empresarios de Ribadeo.

 «Cientos de personas cruzan a diario, en las dos direcciones, para trabajar en Ribadeo, Figueiras (Figueras), Castropol, A Veiga (Vegadeo), La Caridad o Navia, pero no nos dejan pasar de un lado a otro para comprar o consumir, como hacemos desde siempre». Opinión compartida en dos orillas del río Eo separadas por «una frontera aritificial que social y económicamente no existe», señala Iriarte. «Solamente se manifesta en estas ocasiones», corrobora el regidor ribadense.

«MIRAR MÁS POR LA GENTE»

Vecinos de toda la vida, que el mapa permita a las dos comunidades autónomas aplicar normas diferentes lleva a Iriarte a preguntarse «si los presidentes de Galicia y de Asturias no pueden descolgar el teléfino, hablar y actuar con cabeza, mirando un poco más por la gente». Suárez, insiste en «no poelmizar porque, además de respetar las normas que dicten, los concellos solamente somos unos mandados», pero cree que «las autoridades gallegas y asturianas deberían coordinarse y actuar de la misma manera».

 Mientras en otras zonas de Galicia y de Asturias la alarmante incidencia de la pandemia explica las severas restricciones, en el espacio compartido en el entorno del río Eo los casos activos y los nuevos diagnósticos lo sitúan ahora por debajo de niveles de alerta, según las últimas cifras oficiales. Suárez e Iriarte los citan, como argumento a favor de aplicarles normas similares a poblaciones tan ligadas entre sí.

El alcalde y el presidente de los empresarios se declaran a favor de medidas para preservar la salud y llaman a respetar las indicaciones sanitarias. Como dice Suárez, «depende de nosotros como sociedad que consigamos aplanar la curva de contagios para salir cuando antes de esta pesadilla».

Desde la medianoche de este miércoles, las vidas y las economías de miles de gallego-asturianos y de astur-galaicos quedan otra vez «cortadas por la aplicación de un estado de alarma y de unas restricciones  que van a acabar de hundirnos», advierte Iriarte. Calcula que el sector servicios de Ribadeo, «en donde no hay industria, depende como mñinimo en un 50%» de la clientela asturiana. Un impacto «bestial, otro más, y da la impresión de que los politicos no lo ven porque, como digo siepre, ellos nunca fueron autónomos». Mientras asturianos llaman a Ribadeo preguntando cuándo podrán volver, Iriarte recuerda que los ribadenses «también compramos y consumimos en Asturias».