La isla que nadie quiere abrir

La Voz COVADONGA SUÁREZ (COLECTIVO POR NUESTRO FARO)

RIBADEO

JOSE ALONSO

09 sep 2020 . Actualizado a las 19:33 h.

El Concello de Ribadeo ha desestimado el recurso presentado por este colectivo contra la licencia de obra de una cafetería, y no nos extraña nada. De verdad, lo decimos totalmente en serio. Era más que esperado. Recordemos que allá por 2015 el alcalde de Ribadeo se felicitaba en la prensa por el esfuerzo de contención urbanística que había permitido preservar la isla Pancha con el fin de dársela a un particular. Desde el mismo momento en que empezamos a pedir explicaciones, información, nos entró complejo de Panchorro estrellándose inexplicablemente contra un rompeolas artificial mucho más grande que nosotros. Es muy difícil explicar esa sensación, porque nosotros no estábamos ni estamos en guerra contra nadie, nos movíamos como un colectivo vecinal que quería « saber » y proteger su patrimonio, y sin embargo cada movimiento nuestro provocaba que se levantaran los escudos y se protegieran las decisiones y los documentos en la estancia más recóndita del castillo. Así que pronto nos dimos cuenta de que la información era tan inaccesible para los ribadenses como la propia isla Pancha, y que saber si se estaban cumpliendo las normas era una odisea que tendríamos que aforntar en solitario y sorteando obstáculos de todo tipo.

Es cierto que los otros no han ayudado nada, que ciertas instituciones han elaborado excusas baldías para que no trastocáramos sus planes, que Puertos de Ferrol-San Cibrao nos ha dado con la puerta en las narices muchas veces, o que a nivel personal miembros del colectivo han sido perseguidos e intimidados en la calle. Pero la licencia de obra que ahora nos ocupa, que ha sido otorgada a puerta cerrada en período de confinamiento, ha sido otorgada por el Concello de Ribadeo. Siempre a contrapie y a contrareloj, esta vez Por Nuestro Faro ha presentado un recurso.

Quien haya filtrado a la prensa el rechazo a nuestra propuesta con fines propagandísticos, y el impostado lloriqueo por el retraso en las obras, tan manido, como si se necesitaran 6 meses de obras para enchufar una cafetera y adecentar un garaje, no nos interesan lo más mínimo. Nos interesan los argumentos del Concello para desestimar nuestro recurso, que es calificado de incongruente.

El Defensor del Pueblo había exigido un estudio medioambiental simplificado que Puertos se comprometió a realizar, que nunca realizó y que el Concello de Ribadeo nunca exigió y sigue sin exigir.

La incongruencia, para el Concello viene del hecho de que estos informes del Defensor en los que nos basamos hayan sido emitidos con anterioridad al acto de la licencia de la cafetería. Normal, nadie supo de esta licencia hasta que ya había sido aprobada y saltó la noticia en la prensa. De todas formas, las indicaciones del informe del Defensor del Pueblo no prescriben ni tienen fecha de caducidad, el Concello aún está a tiempo de cumplirlas, aunque el señor alcalde de Ribadeo haya mostrado su absoluto desprecio por estas desde el principio. Recordemos sus palabras en el pleno municipal del 23 de marzo de 2017 cuando se le preguntó por dicho informe: « Nós non temos que revisar os informes de outros, xa temos abondo con revisar os nosos », « Cecáis o Defensor del Pueblo é un incompetente ».

La fosa séptica sin legalizar tampoco debe ser un problema. Por supuesto, si el panorama ya era así desde el principio y el hotel lleva 3 años funcionando, por qué empezar a ponerse puntillosos con una cafetería o cualquier otro chiringuito que se decida implantar : «nunca dixemos que alí non podía existir un hotel, que non podía existir unha cafetería ou que non podía existir unha tenda de roupa» (Fernando Suárez Barcia, 9/6/2017).

El Concello, que califica de incongruente nuestro recurso, encuentra lógico que la isla lleve desde 2017 cerrada al público, cuando era una condición de la licencia de apertura del hotel. Que hoy sea necesaria una cafetería para permitir el paso a los ciudadanos es, cuando menos, un pelín raro. Pero que a este colectivo y a muchos vecinos no nos cuele, les parece una auténtica incongruencia.

Seguiremos adelante, no porque esperemos nada del Concello de Ribadeo -su actitud desde 2015 nos ha enseñado a dudar y a pedir explicaciones cada vez que encontramos contradicciones e irregularidades- sino porque nadie se ocupa del faro, de la isla Pancha, ni de saber si la isla se abrirá algún día por nuestro derecho legal a disfutar de ella o porque alguien monte una cafetería.