El base criado en el Ría de Ribadeo ya trabaja en grupos reducidos, también con compañeros de la Liga EBA
29 ago 2020 . Actualizado a las 20:37 h.Pasan los años y el cartel de promesa empieza a quedársele pequeño a Iker Sama (Foz, 2004). El talento y trabajo del exterior del Ría de Ribadeo, indiscutible también en las selecciones gallegas durante los últimos cuatro años, no ha pasado desapercibido para el Obradoiro, que ha decidido becarlo para que continúe sus estudios en Peleteiro y su carrera deportiva en el júnior del único club gallego en ACB.
La histórica entidad santiaguesa apuesta fuerte por un jugador con una gran capacidad para anotar desde fuera. «Tengo buen rango de tiro de tres puntos, pero también muchas cosas que mejorar, especialmente en defensa», cuenta el hasta ahora base mariñano, que cree que deberá adaptarse a jugar de escolta o alero.
«Aquí tengo compañeros de mucho nivel, la exigencia va a ser mucho mayor que en Ribadeo. Esta semana hicimos cuatro sesiones de dos horas. Por protocolo covid, entrenamos en grupos pequeños y nos mezclan a los del júnior con los del filial de la Liga EBA», explica Sama, «muy contento con la oportunidad».
La amistad que entabló con un par de compañeros en las selecciones gallegas, con las que jugó dos campeonatos de España, fue clave para que el focense decidiese emprender esta nueva aventura.
El sueño de la ACB
«Yo estaba muy a gusto en Ribadeo, con mis amigos. Pero si te viene a buscar el mejor equipo de Galicia...», explica sobre un trato que ya se había gestado antes de que la pandemia pusiese patas arriba a todas las competiciones.
Toda vez que su evolución lo ha catapultado a las puertas del estrellato, Sama promete hacer todo lo posible por aprovechar la oportunidad. «Una vez que estás en el Obra, con trabajo, todo es posible. Pero sé que lo primero es lo académico, voy a tener que esforzarme mucho en las dos facetas», explica un jugador que por el momento ha firmado para sus dos años como júnior.