La sumergieron ayer en aguas de la Ría de Ribadeo, una talla del Carmen
17 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Pese a suspenderse los programas festivos por el covid-19, A Mariña y el Occidente asturiano celebraron la arraigada festividad del Carmen con diferentes actos, obligatoriamente modestos para evitar aglomeraciones de gente y básicamente limitados a misas (con el aforo restringido) y actuaciones musicales. Ocurrió, por ejemplo, en Foz, Burela, Celeiro, Viveiro, Tapia, Ribadeo o San Ciprián, donde hubo vecinos que se animaron a colgar de sus balcones banderas de Galicia y de España. En algunos sitios, las comisiones tiraron bombas de palenque y hubo varias ofrendas florales a la gente fallecida en el mar.
Fue el caso, por ejemplo, de Ribadeo, donde tras la misa se lanzaron al mar coronas de flores, una de ellas realizadas con entusiasmo y cariño por residentes en el centro de la tercera edad. Además de estos actos organizados por la comisión de fiestas, miembros del Club de Actividades Illa Pancha de Ribadeo participaron en un homenaje a la gente del mar ante la estatua de la Virgen que erigieron en el muelle de Porcillán y, a continuación, sumergieron en aguas de la ría la talla de la Virgen que habían recuperado hace un par de semanas, para limpiarla de algas y corales. La estatua (que fue situada por primera vez bajo el agua en la ría en el año 2014) se encuentra de nuevo dentro de una lancha hundida en un punto entre O Cargadeiro y el puente de los Santos y es un lugar de peregrinaje de quienes practican submarinismo en la ría. El acto se organizó como homenaje a las víctimas del covid-19, para quien hubo un sentido recuerdo.
Fue un homenaje sencillo, uno más, pero a falta de la procesión marina con un marcado simbolismo, de los muchos que se sucedieron por toda A Mariña en la nueva normalidad que condiciona el covid-19, y una prueba evidente de la devoción que se tiene por la patrona del mar.