El Obispado espera que el juicio a Silvaje aclare el robo de imágenes en iglesias

J.A. RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

XAIME RAMALLAL

Anuncia que redoblará esfuerzos en la vigilancia y gestión transparente de sus bienes

20 mar 2019 . Actualizado a las 16:41 h.

Este miércoles comenzará en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio al expárroco José Emilio Silvaje Aparisi, acusado por el ministerio fiscal de un delito de apropiación indebida por las piezas y objetos de culto desaparecidos en iglesias que él atendió desde 2008 a principios de 2012 en Ribadeo y Trabada. Con él será juzgado también el coleccionista mindoniense Jaime de Orozco, por un supuesto delito de receptación. Finalmente, la acusación solo la formula el ministerio fiscal, ya que el Obispado de Mondoñedo-Ferrol declinó personarse como acusación particular en la causa. Ayer, desde el Servicio Diocesano de Comunicación, se indicó que en cualquier caso, «ofrece como hasta ahora su plena colaboración, como así lo demuestra la presencia como testigos del vicario general y del delegado de Patrimonio». El Obispado expresa además su confianza en la acción de la justicia y dice respaldarla plenamente.

Aunque los hechos que se van a juzgar ocurrieron ya hace siete años, quedan muchas incógnitas por aclarar, entre ellas, dónde se encuentran los objetos religiosos y de culto, imágenes religiosas, así como muebles y diversos enseres desaparecidos en iglesias de Trabada y Ribadeo. El Obispado, en su comunicado, habla de «sustracción».

Tampoco se sabe si esta práctica se extendió a otras iglesias, dadas las carencias en los inventarios que el propio Obispado reconoció en su momento, y de ser así desde cuándo se vienen produciendo los robos y quién los perpetró. Ante esta situación, hay cierta expectación por conocer qué va a declarar Silvaje Aparisi y qué revelaciones puede hacer. Sobre él recae una petición del fiscal de imponerle cuatro años y medio de prisión.

El Obispado dice confiar en que el juicio en la Audiencia Provincial, la vista oral y la posterior sentencia, «arrojen luz y clarifiquen los hechos».

Añade que «la Diócesis redoblará sus esfuerzos para velar por los intereses del pueblo de Dios a través de una gestión transparente de sus bienes culturales». Finalmente, «garantiza que la causa judicial abierta no interferirá ni condicionará cualquier otro proceso interno de investigación que se lleve a cabo en la Diócesis».