Comienza a cobrar forma en una finca de 4.000 metros y tendrá 1.800 de recorrido
05 ene 2019 . Actualizado a las 09:20 h.El laberinto vegetal más grande de España está en la localidad cántabra de Villapresente y ocupa 5.000 metros cuadrados. El que se está construyendo en Rinlo (Ribadeo), el «Laberinto da Mariña», será el segundo, abarcando una superficie de 4.000 metros cuadrados, con 1.800 metros lineales de calles. El promotor del proyecto, que ya está cobrando forma, es Juan Manuel Azcona Meneses, vecino de San Miguel de Reinante, que ha contado con una ayuda del GALP de 72.000 euros para afrontar una inversión total estimada en 175.776 euros.
La idea surgió a raíz de una visita que unos amigos suyos realizaron a un laberinto, mucho más pequeño y enfocado a los niños, en Suiza. «Se me ocurrió hacerlo aquí, pero más completo», explica.
Él se ha encargado del diseño, con una vieira central. Cuenta con un mirador de madera, ya instalado, para poder tomar fotografías del conjunto desde lo alto. Y ya advierte que quien se adentre en el laberinto no correrá el riesgo de perderse, porque habrá salidas de emergencia señalizadas.
Más de 1.800 plantas
El laberinto tendrá paredes vegetales de dos metros de altura. Para crear el recorrido laberíntico se han plantado más de 1.800 plantas de thuja y leinlandys. La idea de Juan Manuel Azcona es abrirlo en verano de 2020.
Antes, ya esta Semana Santa, prevé estrenar la zona anexa de juegos. Porque el parque de ocio de Rinlo será mucho más que un laberinto. Contará con una zona recreativa de juegos fijos haciendo un circuito y otra con actividades que dirigirán monitores, adecuadas a verano e invierno. Para fabricar los juegos tradicionales gallegos se ha contado con artesanos de la zona.
Además, contempla la posibilidad de organizar también eventos y actuaciones. No faltarán las rutas y excursiones guiadas y también habrá una zona de alquiler de equipos de pesca para spinning, surcasting y pesca con boya y pesca con caña de bambú. Y todo en un marco idóneo para convertirse en un nuevo atractivo turístico de A Mariña, a medio camino de As Catedrais y del pintoresco pueblo de Rinlo.