Las corrientes dejan al descubierto nuevos restos del galeón de Ribadeo

D.G. / J.A. RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

CEDIDA

La inmersión de ayer del arqueólogo submarino Miguel San Claudio fue el prólogo a una excavación en el mes de junio que determinará el destino del barco

25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El galeón hundido en la ría de Ribadeo es el Santiago, un barco de guerra de gran tonelaje, de unas 600 toneladas, con 32 metros de eslora y casi diez de manga, que se fue a pique en Ribadeo, procedente de Irlanda en 1597. Es un buque majestuoso, que se conserva en buen estado, quizás mejor del que se pensaba. De comprobarlo se encargó ayer Miguel San Claudio, el arqueólogo submarino que de forma casual lo descubrió en 2011, cuando supervisaba el dragado del canal de acceso al muelle comercial. San Claudio, acompañado de buzos de la Armada, realizó ayer una inmersión para determinar el estado de conservación del pecio, con vistas a una intervención de mayor calibre, una excavación en junio durante dos semanas financiada por la Xunta.

Las zonas donde estaba el galeón que fueron tapadas hace unos años se conservan así, pero las corrientes y el movimientos de barcos han dejado al descubierto nuevas partes. Urge actuar.

«El barco sabemos cómo está… pero no sabemos tan claro la extensión de sus restos. Pretendemos en junio hacer sondeos para establecer la magnitud de pecio y de ahí derivar futuras actuaciones», comentaba ayer San Claudio al concluir la inmersión, que tuvo que retrasarse varias horas por la salida de un mercante.

«Está en bastante buen estado», comentó San Claudio, pero las corrientes constituyen una amenaza para los restos del galeón. ¿Que se hará en esta intervención, la mayor realizada en el galeón desde que fue descubierto? San Claudio apuntó algunas claves: «Hay que establecer el objetivo. Ver la posibilidad que tenemos con el pecio. En la mayoría de países de Europa se extrae el barco entero y se determina su destino. Lo veremos en junio, lo que sea mejor para el barco y lo que decida la Xunta, que es quien financia los trabajos».

«Hay presupuestos realizados de proyectos parecidos. En Cádiz ya se sacaron dos barcos de una época similar. También se han realizado extracciones parecidas en otros países, como Holanda, Inglaterra o Francia. En casi toda Europa, donde aparece un barco en un canal de navegación, que es un inconveniente para la actividad diaria, lo más normal es extraerlo y llevarlo a otro lugar donde no moleste», manifestó San Claudio.

Un buque, el galeón de Ribadeo, de una importancia histórica mayúscula y que de recuperarse podría no solo aportar valiosa información sino constituir también un revulsivo turístico de enorme magnitud: «Fue un barco muy importante. Era uno de los barcos de guerra más importantes que tenía Felipe II. Era alquilado a la corona para la guerra, concebido para trabajar en un escuadrón. Nos puede dar muchas claves sobre la construcción naval y la tecnología que se usaba en esa época. La calidad constructiva de ese barco es muy buena».