Vigilantes de Costas atribuyen la tragedia de As Catedrais a la «mala suerte»

RIBADEO

Xaime Ramallal

Esta mañana hubo en el arenal, que permanece cerrado, una inspección ocular. A pesar de la imposibilidad de visitarlo, fueron muchos los turistas que se acercaron a sus inmediaciones

01 abr 2018 . Actualizado a las 15:37 h.

La tragedia ocurrida ayer en la playa de As Catedrais, donde una joven turista, Irene Baladrón Zorita, de 24 años y vecina de Valladolid, falleció después de que una piedra le cayese encima en una de las cuevas que conforman el monumento natural, se pudo deber al infortunio. Así lo defienden vigilantes de Costas que esta mañana han realizado una inspección ocular en el arenal de Ribadeo junto a miembros de la Guardia Civil, agentes forestales de la Consellería de Medio Ambiente y vigilantes de la propia playa. Pedro Fernández, uno de los vigilantes de Costas que bajó al arenal, atribuye el accidente «básicamente» a la «mala suerte». «Es un acantilado donde hay muchas piedras. Cayó una y cogió a la chica», resumió tras la inspección.

Fue después de estos trabajos de revisión de la cueva donde se produjo el accidente, que se prolongaron durante cerca de una hora, cuando los agentes de la Guardia Civil levantaron el precinto que habían instalado ayer en el arenal. Aún así, y de forma preventiva, el acceso a la playa está prohibido durante, al menos, este domingo. 

Pese a ello, en la web oficial de As Catedrais, perteneciente a la Xunta, todavía se pueden obtener autorizaciones para acceder este mismo día 1 de abril al arenal, sin que en el momento de la solicitud se informe de que no se podrá bajar al arenal.

A pesar de la prohibición de acercarse al lugar fueron numerosos los turistas que este domingo se aproximaron a As Catedrais para poder contemplar la playa. Muchos de ellos habían reservado uno de los pases gratuitos que reparte a diario la Xunta para visitarlo por lo que, ante la imposibilidad de tocar la arena, observaron el monumento desde alguno de los miradores. Algunos de ellos, aún conmocionados por lo sucedido ayer, dejaron velas junto a uno de los acantilados. 

El accidente

La joven vallisoletana perdió la vida tras desplomarse sobre ella una piedra de una de las cuevas que conforman el monumento natural, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico severo. En ese momento la fallecida visitaba el arenal acompañada de su novio.

En un primer momento fue atendida por otros visitantes, entre los que había varios médicos que también estaban haciendo turismo. Mientras, un particular llamó al 112 y desde ese centro de emergencias se avisó al 061 y a un equipo médico. También se desplazaron al lugar del accidente agentes de la Guardia Civil, miembros de Protección Civil de Ribadeo y bomberos. Además, fue avisada la Policía Local.

Estaba subiendo la marea

El suceso se registró sobre las 13.00 horas del sábado en una de las cuevas situadas a mitad del recorrido. Desde allí, y con ayuda de otras personas que paseaban por el arenal, la mujer fue trasladada fuera de la playa, a una zona próxima al lugar donde están los antiguos aseos. Se tomó esa decisión porque la marea estaba subiendo y el mar acabaría cubriendo por completo la zona del desprendimiento. Pero pese a los intentos realizados no fue posible salvar la vida de la joven.