Adiós a un pedazo de historia de Ribadeo

RIBADEO

17 mar 2016 . Actualizado a las 12:47 h.

Se cumplió lo esperado. Se certificó que nadie, ninguno del centenar de socios con que cuenta, están dispuestos a seguir al frente de la asociación de vecinos O Tesón de Ribadeo. Su desaparición se certificará a finales de año, en silencio, si en estos meses no aparece alguien que quiera coger el timón, algo visto lo visto harto improbable. Una comisión, integrada por Pancho Campos, Rocío Botana, José Ángel Salvatierra y Antonio Gregorio se encargará de su «desmantelamento ordeado», incluyendo el reparto de los bienes de la sociedad, que cerró 2015 con un saldo de 6.521 euros. Afrontados los pagos pendientes y apartada una pequeña cantidad para una publicación que recopile la actividad de O Tesón de estos años, el resto se donará.

 O Tesón tuvo una razón de nacer y de ser y ahora una de morir: la apatía de los socios, entre los cuales me incluyo. Porque si O Tesón ha llegado a tener un nombre, a ocupar una parte de la historia del Ribadeo de los últimos años, no ha sido por nosotros, los socios, sino por un puñado de directivos que pusieron todo de su parte para mantener vivo el asociacionismo vecinal ribadense. En los últimos meses clamaron en el desierto buscando un relevo que no llegó, una llamada que probablemente tenía más de deseo de que los socios, los ribadenses, se implicasen, que de abandonar el barco. Pero ni así. Pagamos las cuotas, pero no nos mojamos.

No por ello tenemos que dramatizar ni flagelarnos. Los tiempos han cambiado e Internet ha irrumpido con estrépito en las relaciones sociales y también en el asociacionismo. Amigos en la red, me gusta, firmas a golpe de clik... apariencia, postureo, anonimato, palabrería, ruido, nada.

O Tesón ha tenido un papel relevante en cuestiones como la residencia de ancianos; la demanda del juzgado de instrucción (promovió una recogida de firmas reuniendo 1.376), la defensa del topónimo Ría de Ribadeo (presentó demandas por ello), promoviendo la participación ciudadana en el Concello, presentando preguntas periódicas al alcalde, en la reposición de las vidrieras del cementerio, la divulgación del castro das Grovas, la defensa de la ría, contra la contaminación acústica... además de organizar actos públicos, foros y promover publicaciones. ¿Sobraba O Tesón? Sin duda que no. ¿Se le echará de menos? El tiempo lo dirá, pero su disolución es una lástima.

El hecho es que a la última asamblea asistieron 6 socios. Y ello después de mandar cartas a cada domicilio de los socios. La sentencia es clara, rotunda, estrepitosa.

Algo pasa ¿en Ribadeo? e induce a la reflexión, porque hasta la asociación de comerciantes tuvo que recurrir a formar una directiva con miembros de la anterior, al no haber otra candidatura.