Un verdadero peligro

M. A. Sande EN LA CARRETERA

OUROL

12 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Quienes circulamos por esa carretera y por ese tramo concretamente, entre Ourol y Muras, sabemos el peligro que suponen las reses sueltas, sean caballos o vacas, por la calzada.

Los días y las noches de niebla, más de niebla densa, casi fijo que están. Eso lo sabe uno por experiencia. Bajan a la carretera y andan sueltos, dispersos, por toda A Gañidoira.

Lo hemos dicho y repetido infinidad de veces; hemos pedido soluciones; las hemos exigido y hasta casi suplicado ya al final. Nada. Ni puñetero caso.

Tenemos grabadas en la retina imágenes de decenas de accidentes. Es un milagro que no haya más percances.

Sucedía ya con la antigua carretera y sigue sucediendo ahora desde que «modernizaron» esta vía esencial que comunica Viveiro con Lugo y A Coruña, incluso con Ferrol por vía rápida. Esta carretera registra un tráfico importante cada día.

Es cierto que se colocaron señales alertando sobre el peligro de encontrar caballos y reses en la carretera, ¿y qué? ¿Es todo lo que se puede hacer? ¿No se puede evitar que entren libremente a la vía? ¿No se puede obligar a vallar los recintos donde pastan? ¿Es imposible buscar una solución? ¿Cuántas personas más han de accidentarse o mismo perder la vida? Porque caballos muertos van la tira, incontables.

No llegó aquí la autovía, vale; no tenemos una vía rápida, vale; y encima caballos. ¿Qué más?