El sacerdote Fernando García Cadiñanos, nuevo obispo de Mondoñedo-Ferrol

LA VOZ MONDOÑEDO

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El hasta ahora vicario general de la diócesis de Burgos, declara tras su nombramiento: «Juntos estamos comprometidos en la construcción del bien común desde la diversidad de empeños»

02 jul 2021 . Actualizado a las 21:45 h.

El sacerdote Fernando García Cadiñanos, hasta ahora vicario general de la diócesis de Burgos, ha sido designado nuevo obispo de Mondoñedo-Ferrol, ocupando el cargo que desempeñó hasta finales del año pasado Luis Ángel de las Heras, que ahora está al frente de la diócesis de León.

Fernando García Cadiñanos nació en Burgos en 1968, siendo el hijo menor de una familia obrera y numerosa. Estudió EGB en el Colegio del Círculo Católico, de donde pasa al Seminario Menor para finalizar la enseñanza obligatoria y el bachillerato y después al Seminario Mayor, estudiando Teología en la Facultad de Teología del Norte de España en su sede de Burgos, donde obtiene el Bachiller en Teología y, posteriormente, la licenciatura en Teología Dogmática.

Es ordenado presbítero el 26 de junio de 1993 en la iglesia del Carmen de Burgos. En 1997 es enviado a Roma, donde obtiene la Licenciatura en Ciencias Sociales-Especialidad Doctrina y Ética sociales por la Universidad Gregoriana de Roma (año 2000).

Es profesor en la Facultad de Teología del Norte de España en su sede de Burgos donde imparte el curso de Teología Moral Social. Igualmente es el director del Aula de Doctrina Social de la Iglesia de dicha Facultad. Ha participado en numerosas conferencias, congresos y cursos de formación en torno a Cáritas, la Doctrina Social de la Iglesia, la caridad, en pensamiento del Papa Francisco. Ha publicado varios artículos sobre estos temas en diferentes diccionarios y revistas especializadas.

Su actividad pastoral comienza en la parroquia de Santa Catalina de Aranda de Duero, donde es vicario parroquial de 1993 a 1997. En esa misma época, compagina el cargo de delegado diocesano de Pastoral Obrera (1995-1997). Tras su paso por Roma (1997-2000), es nombrado párroco de Solarana y otras nueve parroquias, así como secretario del Departamento de Formación Sociopolítica, cargo que ostentará hasta el año 2010. Desde el año 2004 atiende, además, la parroquia de Villalmanzo, de la que es párroco hasta el año 2014. Desde el año 2005 a 2014 es arcipreste del Arlanza y en esta época es secretario del Consejo Presbiteral.

En 2014 es nombrado párroco de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en la ciudad de Burgos (2014-2016). Un año después, recibe el nombramiento de delegado diocesano de Cáritas. Desde el año 2016 es también vicario general de la diócesis de Burgos y moderador de Curia.

El nombramiento como obispo lo hizo público esta mañana la Conferencia Episcopal, en un acto en el que se trasladó el primer mensaje del nuevo obispo: «Desde que me comunicaron el deseo del papa Francisco de que sirviera, a través del ministerio de la unidad, en esa querida porción del Pueblo de Dios, mi corazón y mi pensamiento están ya muy cerca de vosotros. Quiero estar ya muy unido a todos y cada uno, sacerdotes, personas consagradas, vida contemplativa, seminaristas, laicos que participáis en la vida parroquial y diocesana, miembros de movimientos, cofradías y grupos apostólicos, voluntarios y agentes de Cáritas, misioneros, cristianos, hombres del mar y del mundo rural, ciudadanos que habitáis esas tierras periféricas y tan diversas que, en su magnífica belleza, indican la maravilla de la casa común que habitamos… Sentidme un hermano mayor que quiere participar de vuestros gozos y esperanzas, dolores y sufrimientos individuales y sociales».

Tras aludir al cambio de mentalidad que ha provocado la pandemia, a la larga tradición y profundas raíces de la comunidad cristiana de Mondoñedo-Ferrol y agradecer la labor de Antonio Valín (administrador diocesano tras la marcha del anterior obispo) y del propio Luis Ángel de las Heras, manifestó su voluntad de ejercer de pastor y «alentar, acompañar, conocer, cuidar, amar, discernir… a eso quiero dedicar ya todo mi ser y mi tiempo», y tuvo un mensaje para las autoridades públicas: «Juntos estamos comprometidos en la construcción del bien común desde la diversidad de empeños. En la colaboración y mutuo respeto, tengo la certeza de que son los últimos los que consiguen mayor beneficio».