El obispo se despidió entre lágrimas de emoción: «Sabéis tocar el corazón»

Fue un 7 de mayo de 2016 cuando Luis Ángel de las Heras oficiaba su primera misa como obispo de Mondoñedo-Ferrol. Ayer, cuatro años y medio después, repitió papel para despedirse. Fue en una misa en la catedral mindoniense en la que no se pudo librar de la emoción, cuando en el tramo final del oficio recibió regalos de sacerdotes y laicos, para que lleve el recuerdo de la diócesis siempre con él (una réplica de Sargadelos de la catedral, un cruceiro y un mapa), en intervenciones, por momentos, con la voz entrecortada. Fue una muestra de afecto que le llegó muy dentro: «No quería llorar, porque estamos en tiempo de Adviento y esperanza, pero vosotros sabéis tocar el corazón y es difícil también no derramar alguna lágrima», señaló.

«Sin embargo, estoy convencido de que estamos en la misma barca (un mensaje en el que incidió durante la homilía). En 1415 un obispo de Mondoñedo fue a León. No es la primera vez que se hace este viaje. Y la misma barca resistió muchas tempestades a lo largo de la historia. Que nadie tenga miedo; tengamos confianza y sigamos remando juntos en la misma dirección, que es lo que he procurado hacer en este tiempo y estoy seguro que seguiréis haciendo, porque sabemos que es lo mejor», añadió en una improvisada intervención.

Tras reiterar su gratitud, aludió a la presencia de autoridades municipales y diputados y a su trabajo por el bien común, como el de la Iglesia.

Finalmente, tuvo palabras de recuerdo para su padre: «Quiere que os salude a todos. A sus 90 años no se puede mover de la residencia, pero está muy pendiente de lo que está pasando aquí (la misa se retransmitió en el Facebook del Obispado). Y me dijo una cosa muy importante: hijo, te estarás despidiendo con pena, pero no olvides que nadie es imprescindible, tú tampoco, ninguno lo somos. Y desde luego tengo la seguridad de que seguiréis creciendo».

Hoy, Luis Ángel de las Heras oficiará la misa de despedida en la concatedral de Ferrol y ya el día 19 será nombrado obispo de Ferrol.

Homilía en gallego y la promesa de regresar cuando se nombre al nuevo obispo

Luis Ángel de las Heras es un salmantino que desde el primer momento de su llegada a la diócesis buscó su plena integración. Un guiño más lo dio ayer, al decir la homilía en idioma gallego, un sermón en el que el mensaje de esperanza fue redundante, así como el del papel del cristiano como misionero. También pidió perdón por los errores que pudiese haber cometido o por no haber llegado a donde se esperaba: «Nunca podería agradecervos o suficiente ó Señor e a vós estes anos de grazas. Rezo e rezarei por vós, especialmente cando recite o noso pai en galego», señaló.

Finalmente, tras la entrega de presentes, se comprometió a volver cuando se nombre al nuevo obispo: «No me lo voy a perder. Y le diré que cuando baje de los Remedios a la catedral no vaya tan deprisa como fui yo aquel día. No me di cuenta y bajé corriendo. Que baje despacio, que es mejor para todos», concluyó.

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