«Vendo toda a produción de ovos, pero a ver que pasa agora e de cara ao verán con esta crise»

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO MONDOÑEDO / LA VOZ

MONDOÑEDO

CEDIDA

Francisco José Crespo, de Mondoñedo, cuida 800 gallinas y comercializa directamente la mercancía en pequeños negocios

21 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Reinvención y adaptación son las asignaturas que deben superar una y otra vez los emprendedores como Francisco José Crespo Docampo, vecino de Mondoñedo, que hace varios años buscando una salida laboral se inició como productor avícola. Desde 2014 trabaja y gestiona una explotación con unas 800 gallinas y la comercialización de huevos la canaliza a través de pequeños establecimientos, tiendas y particulares. Ovos Docampo es el claro ejemplo de lo que es una firma de km 0 o de productos de proximidad.

Actualmente vende todo cuanto produce, pero no oculta su preocupación por la incertidumbre surgida a raíz de la situación sanitaria y económica por el COVID-19. «Vendo toda a produción de ovos, pero a ver que pasa agora e de cara ao verán con esta crise», reflexiona Crespo, que reconoce que los comienzos fueron difíciles. Tuvo que afrontar inversiones económicas para contar con infraestructuras bien acondicionadas y hubo que hacer poco a poco una cartera de clientes. «Cando empecei vendía máis a bares e a restaurantes, e despois fun cambiando a supermercados e a tendas pequenas», explica el productor, que asegura que aquella reorientación del negocio, sin depender tanto de la hostelería, le permite hoy poder seguir vendiendo a diario su producto.

El de Crespo es un negocio personalizado y de autor al 100%. Tras invertir en equipos para automatizar la alimentación animal (pienso, agua...), él se ocupa del cuidado de las aves y también es el relaciones públicas de la explotación, el que lleva directamente el producto a la tienda y al que le gusta saber de boca del cliente qué opinión le merece su mercancía. Su ámbito de mercado es el comarcal. Lo fuerte lo comercializa en los municipios de Mondoñedo y Lourenzá, aunque también se desplaza a Ferreira, Burela, Ribadeo, Foz...

«Os ovos son caseiros e a xente sabe que compra calidade. Despois de que pasa o Carnaval, baixa un pouco a demanda porque hai ovos nas casas, pero con este estado de confinamento notamos que repuntou a demanda deste produto, non sabemos si pola limitación de saídas ou se porque a xente valora máis a calidade dos produtos locais», explica Crespo.

Alimentación tradicional

En la granja de Couboeira tiene actualmente unas 800 gallinas, pero esta cifra se duplica en verano: «Aumentamos porque no véran, entre os clientes de sempre e os que veñen de fóra, sempre aumenta moito a venda de ovos. Crío e alimento pitas poñedoras camperas da forma máis tradicional posible. Temos dúas naves, pero andan sempre por fóra, por zona de prado. Temos máis dunha hectárea de terreo. Doulles millo, berzas...».

Confiesa que aunque las cosas le van bien, nunca se ha planteado vender fuera de la comarca: «Chamáronme dalgúns sitios, de Barcelona e doutros lugares... pero non mo plantexo. Gústame mirarlle á cara ao cliente e saber o que opina do produto. O noso é un produto de calidade e delicado para andar con envíos».