Pazo de San Isidro, una joya en Mondoñedo

MONDOÑEDO

El programa «Descubrindo Lugo», de la Diputación, divulga el patrimonio de la provincia con vídeos cortos

13 abr 2020 . Actualizado a las 12:58 h.

El programa «Descubrindo Lugo», que ha lanzado la Diputación, continúa abriendo una ventana al patrimonio de la provincia en los hogares de los ciudadanos. Mediante vídeos cortos, el organismo provincial está dando a conocer paisajes y monumentos lucenses de gran valor. El Servizo de Audiovisuais comparte en sus redes las grabaciones de carácter divulgativo que enseñan lugares de la provincia, aportando datos curiosos y apelando a la participación mediante adivinanzas o preguntas abiertas. «Queremos abrir unha ventá virtual a todos os que nos seguen nas redes, a modo de paseos e visitas sen saír da casa e, ademais, é un bo xeito de tomar nota para cando todo isto pase e poidamos ir en persoa a coñecelos», había destacado en la presentación la diputada de Turismo, Pilar García Porto.

Uno de los lugares accesibles mediante el programa «Descubrindo Lugo» es el Pazo de San Isidro, de Mondoñedo, declarado en el 2018 Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento. Un pazo privado, pero abierto a las visitas.

Según explican en el vídeo, el pazo, un valioso ejemplo de la arquitectura civil gallega, está situado en la parroquia de O Carme, en el lugar de O Couto do Outeiro, junto a la calzada que llevaba hasta la Ponte do Pasamento.

La edificación actual data del siglo XVII y es obra del arquitecto Ibáñez Pacheco, que da nombre al patio interior, con columnas de madera y capitel de piedra. Cuenta también con una capilla adosada, en la que se conservan lápidas de enterramientos de personas emblemáticas de la zona. Hay, además, una pila bautismal románica, y una piedra de alabastro, que solo se dedicaba a la alta nobleza. Los techos siguen el sistema de las cuatro aguas.

Lareira de bosque y medio

Otra de las peculiaridades de este pazo que se destacan en el vídeo son las lareiras, llamadas de «bosque y medio», porque gastaban «bosque y medio» al año para calentar. En las dependencias de la servidumbre también destaca su lareira, única por sus dimensiones. Pero además de la longitud de la viga, destacan otras características: mantiene un horno de pan autónomo dentro de la lareira, un pozo de ceniza o reciclaje de los alimentos, y un banco adosado con los elementos para el pote. Este espacio cuenta también con un pozo celta y un gran fregadero, cuya piedra cuenta la tradición que procedía de un sepulcro romano.