«Queremos poner a salvo las obras más valiosas del rural en el Museo Diocesano»

Lucía Rey
Lucía Rey MONDOÑEDO / LA VOZ

MONDOÑEDO

XAIME RAMALLAL

El obispo de la diócesis Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras, agradece la preocupación de los vecinos para proteger el patrimonio de los robos

09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los robos en iglesias debido a la reducción del número de sacerdotes combinada con el abandono de unas aldeas en las que cada vez vive menos gente dan lugar a un cóctel para el que es preciso buscar soluciones. Custodiar en el Museo Diocesano Catedralicio de Mondoñedo parte del rico patrimonio religioso que atesoran los templos del rural será una de ellas, como avanza el obispo de la diócesis Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras Berzal (Segovia, 1963).

—Estos días algunos sacerdotes han denunciado que el patrimonio religioso del rural peligra por la falta de gente y al aumento de robos. ¿Qué valoración hace?

—Una de las cosas que he hablado con la Xunta de Galicia es que queremos ampliar el Museo Diocesano de Mondoñedo porque queremos poner a salvo en él las obras más valiosas del rural. Primero para que se puedan visitar y conocer; desde luego sin que se pierda la propiedad de dónde son y colocando una plaquita que diga de dónde procede esa obra y a qué parroquia pertenece, y en algunos casos, si es necesario, haciendo réplicas de esas obras. Agruparlas en él es un reto que tenemos para que puedan estar bien conservadas y custodiadas.

—¿En qué fase se encuentra el proyecto? ¿Está ya en marcha?

—Solicitamos una subvención al Ministerio de Fomento del 1,5% cultural. Todavía no se ha conseguido, pero esperamos que la puedan conceder. Es un medio para salir al paso. Con tantas iglesias como hay, el patrimonio es difícil de atender y de cuidar. Con todo, agradezco a los vecinos porque sé que están muy pendientes y cuando hay cualquier circunstancia enseguida de preocupan, llaman y avisan. Y creo que, para lo solas que están las iglesias, afortunadamente no ha habido demasiados asaltos. Eso también hay que señalarlo, pero estamos moviéndonos para que esto no se quede ahí y tenga solución.

—Con solo 110 sacerdotes en activo, ¿cómo afronta la diócesis el futuro?

—Lo del número no es un dato nuevo. Son los que son y la media de edad es alta, anda por un poco más de 70 años. En activo hay gente muy mayor, gente que con ochenta y tantos años sigue atendiendo parroquias porque, mientras la salud se lo permita, quiere seguir trabajando. Y creo que no es para tanto, no es un caso aislado de Mondoñedo-Ferrol. Es algo que está pasando en todas las diócesis españolas, con la diferencia lógica que hay entre las grandes poblaciones y la España más despoblada. Pero en otras con población parecida a la nuestra, como son Lugo y Ourense, los problemas son parecidos y también han tomado medidas constituyendo unidades pastorales.

—Entonces, ¿por qué llama la atención ahora la nueva organización pastoral?

—¿Qué es lo distinto ahora? Me parece importante lanzar la idea a todas las parroquias de que todas, en un momento o en otro, no a la vez, sino paulatinamente, irán entrando dentro de esa agrupación de parroquias que aúna fuerza.

«En el futuro va a haber entre 25 y 30 unidades pastorales para agrupar a las 422 parroquias»

«Las parroquias de la ciudad de Mondoñedo tienen que caminar hacia una sola unidad pastoral»

El obispo indica que actualmente hay constituidas y en funcionamiento media docena de unidades pastorales. Son las del Alto del Castaño (Narón), Viveiro, Ferrol centro, Cervo-Burela, Ensanche de Ferrol y Vilalba. En vías de constitución está una séptima en Narón. Luis Ángel de las Heras explica que pronto se avanzará en ese plan. «Las parroquias de la ciudad de Mondoñedo tienen que caminar hacia una sola unidad pastoral. Comenzaremos por Ferrol, donde hay que hacer algunas reformas, y por Mondoñedo. Las parroquias de Os Remedios, Santiago y O Carmen, en la ciudad, tienen que ir hacia una unidad con las que estén más cercanas», indica el prelado.

Remodelación en Terra Chá

«También comenzaremos pronto por el arciprestazgo de Terra Chá, que tiene 172 parroquias. Está en proyecto que queden tres unidades pastorales que agruparán paulatinamente parroquias de Vilalba, Castro de Ribeiras de Lea, Begonte o Guitiriz», concluyó el mandatario diocesano.

«La corresponsabilidad de los laicos, de las religiosas y de los religiosos en la vida pastoral será diaria»

La Diócesis Mondoñedo-Ferrol fomentará el papel de los laicos en la Iglesia. «Hasta ahora todo giraba en torno a la responsabilidad de los sacerdotes. Por opción, desde el Concilio Vaticano II deberíamos haber avanzado más en esto, pero ahora, dada la importancia de esta nueva reorganización, creemos que es importante dar cabida a todos los miembros del pueblo de Dios con responsabilidad. La corresponsabilidad de los laicos, y de las religiosas y de los religiosos donde los haya, en la vida pastoral será diaria», apunta el obispo, que destaca que en cada unidad pastoral habrá un consejo con laicos y religiosos, al igual que ocurre desde el pasado mes de diciembre en el Consejo Diocesano de Pastoral.

Optimismo y Lourenzá

En opinión de Luis Ángel de las Heras, es preciso mirar al futuro con optimismo. «En algunas parroquias, sobre todo rurales, dada la dispersión que hay, mucha gente va a la iglesia y se encuentra un poco sola porque van dos o tres y no hay más», señala el obispo, que considera que las unidades pastorales ayudan a agrupar a las personas y a hacer que las actividades «sean un poco más vivas». «Donde se están haciendo están resultando experiencias muy positivas y la gente está muy contenta con lo que se hace. Es otro modo diferente, pero, como le digo a los sacerdotes y a los laicos, es muy importante mirar con esperanza estos cambios porque de otra manera no se harían. Para ir a peor no lo hacemos. Cambiamos para procurar mejorar y para abrir nuevas experiencias, más vivas y alegres», señaló De las Heras, que destaca la labor del párroco de Lourenzá, Xosé Antón Miguélez, «juntando cada trimestre a los laicos en celebraciones no solo de eucaristía sino también de convivencia y formación».