Manuel Fariña: «La fiesta popular es imbatible»

MONDOÑEDO

Xaime Ramallal

El presidente de las orquestas gallegas defiende que no hay espectáculo como una verbena. Esta tarde comienza en Mondoñedo una de 24 horas ininterrumpidas.

05 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A las nueve de esta noche arranca en Mondoñedo una sesión de 48 horas de verbena que va a poner a prueba a los vecinos de la ciudad episcopal. Uno de ellos, Manuel Fariña (Cabana de Bergantiños, 1969), preside la asociación de orquestas que reivindican la fiesta popular como patrimonio inmaterial. Tomamos algo en A Coruña después de que nuestro hombre salga de una entrevista con Hacienda.

-Eso siempre es inquietante.

-¡Qué va! Cuánto más se hable con Hacienda, mejor.

-¿Cuándo cumple los 50?

-El 20 de noviembre.

-Una fecha señalada.

-¿Por la muerte de Franco? Aquel día mi padre se compró su primer coche, un 127 amarillo. Lo recuerdo por eso.

-Menuda verbena han preparado.

-Queremos reivindicar las fiestas patronales como patrimonio inmaterial. Este es uno de los actos que vamos a hacer. Un tributo que rendimos las orquestas a las fiestas.

-Un asunto muy gallego.

-Galicia es un lugar con muchas energías telúricas que provocaron ritos ancestrales y de ahí la gran cantidad de fiestas que hay. Es un lugar de muchas meigas, de mucho misterio. Como Irlanda.

-¿Por eso lo hacen en Mondoñedo, por la conexión telúrica?

-Sí. Hay algo. Desde que vivo allí, me lo planteo. Por eso se instaló allí la Iglesia e hicieron una catedral.

-Les va a hacer mal tiempo.

-Bueno, allí nunca se sabe.

-¿Cómo viene la temporada?

-Como siempre. A nosotros nos afecta mucho la despoblación rural. Galicia es rica en fiestas por el rural. Si no queda gente... En Lugo, Ourense, en el interior estamos sufriendo más.

-Pero las orquestas están viviendo una edad de oro, no lo negará.

-A nivel de público, sí. Concita más gente la París de Noia o la Panorama que Bustamante. Pero el 90 % somos orquestas pequeñas y nos cuesta sobrevivir.

-Hace 30 años, la gente le daba la espalda a las verbenas.

-Esto va por generaciones. Quizás entonces se vivía el bum de las discotecas pero ahora ¿quién compite con un espectáculo que te da música gratis y dónde se puede fumar y se puede hacer botellón? La fiesta popular es imbatible.

-¿Y no hay mucho botellón en estas superverbenas?

-Tal vez en las orquestas que concitan más público. La gente llama a la gente y los chicos van donde van las chicas.

-Por cierto, ¿sigue siendo la suya una profesión de hombres?

-Sí, pero porque no hay mujeres para contratar. Yo tuve una trombonista buenísima. Ojalá hubiera más como ella. Hay cantantes.

-Y bailarinas. ¿Son un reclamo?

-Yo nunca vi un presentador del telediario que fuera feo. Mi mujer es cantante y soy el primero que le digo: «¡Luce el cuerpo!» Pero si el cantante fuera un hombre se lo diría igual. Es el canon de la sociedad.

-Usted toca la trompeta, ¿cómo aprendió?

-Con Willy Marambio, un chileno que tocaba en Los Satélites. Tenía 12 años. Yo llevo en las fiestas toda la vida, porque yo ya tocaba la gaita con 8 años.

-Ya vería que la vida del músico es bastante bohemia...

-Más antes que ahora.

-Usted loa la vida de aldea, tranquila, familiar...

-Es que yo ya he vivido mucho. Ya quemé esa etapa. Mi cuerpo ya no aguantaría.

-Ni su mujer tampoco.

-Ni mi mujer tampoco, claro.

-¿Se puede vivir cómodamente siendo profesional en una orquesta?

-Si eres bueno, sí. Trabajas seis meses para vivir todo el año.

-¿Qué es lo que no le gusta tocar?

-El reguetón. Pero la orquesta interpreta lo que a la gente le gusta.

-¿Y qué canción es la que siempre funciona?

-Soldadito marinero.

-Pero eso no se baila.

-No hace falta. Usted me da tres horas de su vida y yo tengo que conseguir que se lo pase bien.

-¿Hay un músico en cada gallego?

-No lo creo. Y el gallego, como músico es poco atrevido, demasiado cohibido. Los latinos tocan peor, pero les da igual, se atreven.

-Defínase en pocas palabras.

-Exigente, leal, incorruptible e inquieto.

-¿Celta o Dépor?

-Dépor.

-¿Tiene un lugar favorito?

-La fervenza de Mondoñedo y las pirámides de Egipto. Si no las ha visitado se lo recomiendo. Yo estuve un día entero mirando para ellas. Allí se respira la inmensidad del mundo.

-¿De qué se arrepiente?

-De haber sido un díscolo y de haber hecho daño a gente por mi temperamento.

-¿Qué espera de estas elecciones?

-Que no haya mayorías, que haya pactos porque con el pacto se gobierna mejor.

-Dígame una canción.

-Feels So Good, de Chuck Mangione.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-Ser una buena persona.