Carmen Pavón, alumna del IES San Rosendo, obtuvo un 13,64 en la EBAU, está entre las notas más altas
27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Menos de cuatro décimas son las que separan a Carmen Pavón de la máxima puntuación que se puede conseguir en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), 14 puntos. Su 13,64 fue la nota más alta de su instituto, el IES San Rosendo de Mondoñedo y una de las mayores de toda Galicia.
Con una nota como esa, se le abren las puertas a casi cualquier carrera que desee cursar en las 82
universidades del territorio nacional e, incluso, en el extranjero.
Sin embargo, parece que prefiere quedarse en Galicia y, aunque todavía no se ha matriculado, la
Universidad de Santiago parece ser su primera opción.
Dedicarse a la investigación
«Me gustaría hacer Matemáticas o uno de los dobles grados de la rama», afirma la estudiante que, eligió precisamente esta asignatura y la de Física para subir su nota en la fase específica. Parece que fue todo un acierto. Aunque es pronto para saber cuál va a ser su futuro, preferiría evitar la docencia y dedicarse a la investigación.
«Mis padres son profesores del instituto, de Matemáticas e Historia, pero siempre he sido yo la que ha tomado la iniciativa de estudiar», añade Carmen Pavón. Su constancia es de admirar y reconoce que los exámenes de la EBAU le resultaron más fáciles que los del curso.
Según la recién graduada, «salimos del instituto con un nivel bastante alto. De ahí que casi todos aprueben los exámenes de acceso a la Universidad».
Su expediente es brillante, pero reconoce que Educación Física o Historia siempre han sido asignaturas que se le han resistido y en Ciencias es donde puede desarrollar su máximo potencial, de ahí que escogiese el bachillerato tecnológico. Pero Carmen Pavón no se contenta con ser una alumna de matrícula y lleva años perfeccionando su carrera académica.
«Entre 1º y 3º de la ESO participé en ESTALMAT (Estímulo de Talento en Matemáticas) en Santiago donde seleccionaron a 25 niños de toda Galicia. Asistía
algunos sábados durante el curso escolar y eran como unas clases, pero más avanzadas y donde se trataban nuestras curiosidades», explica.
Ahora, inicia su etapa universitaria con ilusión y convencida de que seguirá por el mismo camino que hasta ahora. ¿Se irá España con una beca Erasmus?
«Nunca me lo he planteado, pero no descarto nada», concluye la joven mindoniense. Su trabajo y su talento seguro que la llevarán muy lejos.