Las pinturas murales de la puerta de la catedral de Mondoñedo vuelven a la vida

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN LOUREIRO MONDOÑEDO / LA VOZ

MONDOÑEDO

CEDIDA

El mundo del arte contempla asombrado la recuperación de una obra del siglo XVI que se daba casi por perdida

21 sep 2015 . Actualizado a las 18:21 h.

En Mondoñedo todo es hoy un asombro y una sorpresa. Vecinos, peregrinos y turistas comprueban que los frescos del tímpano de la catedral, de los que ya quedaba poco más que el recuerdo, han vuelto a la vida. Y es que de nuevo puede contemplarse, sobre la puerta principal del templo, la representación de la Asunción de María, a la que está consagrada la basílica. En el fondo, es un milagro. O un prodigio, al menos. Porque nadie aguardaba que los trabajos de rehabilitación de la puerta pudiesen lograr lo que ahora admira al mundo del arte desde Mondoñedo: la recuperación de la obra que un magnífico y por desgracia anónimo artista del siglo XVI pintó por orden del obispo Diego de Soto. El prelado restauró entonces la puerta medieval, pero para dejar testimonio de su propio tiempo mandó sustituir el tímpano , que sin duda contaba con esculturas románicas, y lo sustituyó por el fresco que se ha rescatado del olvido. Un fresco que ahora ha vuelto a la vida, a través de la noche de los siglos, desafiando, con su luz recuperada, los duros efectos de la intemperie gallega.

Todo un regalo para los amantes del arte, y en especial para la propia catedral de Mondoñedo, que viene de ser declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.