Unas 30 horas para recorrer de un tirón la ruta entre Lourenzá y Santiago

LOURENZÁ

CEDIDA

Martín Pardiñas desafió al frío, la niebla y el calor sin apenas descansar hasta llegar a la plaza de O Obradoiro

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Martín Pardiñas, laurentino aficionado a las carreras de montaña e intrépido aventurero, estaba ayer cerca de la medianoche a punto de lograr su objetivo de realizar de un tirón y casi sin descansar las cien millas (160 kilómetros) que separan la plaza de O Conde Santo, de su municipio natal de Lourenzá, de la plaza de O Obradoiro (Santiago).

Tal como había anticipado él mismo, la noche fue el período más llevadero. Mientras él avanzaba kilómetros por el Camino Xacobeo del Norte, su novia Lucía y sus amigas Marta y Mila, hacían en paralelo la ruta en un vehículo: «Fómonos turnando, durmindo tres horas cada unha no coche, movéndonos para poder velo cada media hora ou unha hora. Facía un frío horrible a había moita niebla, esto obligáballe a ir moi concentrado para poder ver coa luz do frontal as sinais. Os cans tamén incordiaban; non sabes si te vas atopar con algún suelto», contaron.

Por la noche el corredor apenas se entretuvo, paró muy poco, lo justo para ir comiendo a poquitos la comida que llevaba: «Paraba un minuto e seguía», contaban ayer las acompañantes. Las horas centrales del día, de doce a dos, fueron las más difíciles, explican. Hacía un calor fortísimo y el cansancio pesaba, pero un amigo, Moncho Rejes, le insufló ánimos cuando se presentó en Boimorto con su bicicleta para acompañarlo hasta el Monte do Gozo, según confirmaron