Compartir coche, la moda en auge que nace de la necesidad

FOZ

Tráfico en la N-642
Tráfico en la N-642 PEPA LOSADA

Los elevados precios del transporte obligan a repartir gastos

11 sep 2023 . Actualizado a las 16:43 h.

Llega septiembre y con él la vuelta a la rutina. Pero para algunos, éste es el momento de los viajes, evitando la masificación de los meses de julio y agosto, y los altos precios de los billetes. Sin embargo, cada año parece alargarse un poquito más la temporada alta, y es por eso que recién estrenado el mes, viajar en transporte público es ya una quimera para los menos afortunados.

El auge exponencial de precios ha llegado también a los desplazamientos por tierra y por aire. El tren y el avión, dos de las alternativas más escogidas y utilizadas por los usuarios, alcanzan precios desorbitados, incluso a las puertas del otoño. Un viaje ferroviario de Santiago de Compostela a Madrid está rozando los 80 euros a mediados de mes, mientras que las aerolíneas de bajo coste han decidido empezar a cobrar por el equipaje de mano, lo que incrementa el precio de los billetes, superando incluso los 100 euros a la capital por las mismas fechas. Es por eso que muchos mariñanos, sobre todo los más jóvenes, tienen que hacer malabares para poder irse de viaje en estos momentos.

Entre las opciones más demandadas se encuentra el servicio para compartir coche, en el que los viajeros reparten los gastos del combustible. Si bien esta alternativa también ha ido subiendo los precios respecto de su llegada a España, continúa siendo una de las formas más asequibles para moverse, sobre todo en las largas distancias. Siguiendo con el mismo ejemplo, con una rápida visita a la app de Blablacar, la plataforma más utilizada para reservar plaza en el coche de un particular, podemos encontrar viajes por menos de 40 euros, exactamente los mismos días consultados para el transporte público. No es de extrañar, por lo tanto, que compartir vehículo con desconocidos se haya convertido en algo de lo más normal y cotidiano para muchos viajeros.

Especialmente utilizado por los universitarios mariñanos para regresar los fines de semana a casa, la moda del Blablacar ha llegado para quedarse, y cada vez son más los que deciden reservar asiento a pesar de no conocer al conductor que los llevará a su destino. «Ten máis vantaxes que inconvenientes. É rápido e máis barato que o autobús», comentan algunos de los habituales en la plataforma. «Tiven todo tipo de viaxes, pero en xeral a experiencia é positiva», comenta otro de los usuarios de este servicio. Y es que nunca sabes quién será tu acompañante de viaje; ni sus dotes de conducción. «É unha aventura, pero non temos moitas máis opcións», es el resumen del sentir popular de muchos jóvenes, sobre todo de las zonas más periféricas, que no tienen la posibilidad de coger un tren o un autobús para poder ir de un sitio a otro. «Se non tes coche propio na Mariña non podes facer nada», opina una usuaria «obligada» de esta plataforma.

Sin embargo, ya no son solo los estudiantes quienes utilizan predominantemente esta alternativa, sino que se ha convertido en un fenómeno frecuente en los desplazamientos por carretera; sea por vacaciones o, incluso, para llegar al trabajo.