Una matrona de Foz pidió la mano a un triatleta viveirense cuando llegó a la meta

Yolanda García Ramos
yolanda garcía FOZ / LA VOZ

FOZ

Borja Pernas dijo «sí» a Lidia Lestegás tras haber recorrido 226 kilómetros nadando, en bici y corriendo en el TradeInn International Triathlon el pasado domingo

01 jun 2021 . Actualizado a las 15:52 h.

3,86 kilómetros nadando, 180 en bici y 42,2 corriendo. Y en domingo. El enfermero viveirense Borja Pernas participó el pasado 30 en el TradeInn International Triathlon 140.6INN (distancia ironman y campeonato de España de triatlón larga distancia) sin saber que al llegar a meta iba a iniciar otra carrera... ¡Hacia el matrimonio! Allí, en Platja d’Aro, le esperaba su pareja, la matrona focense Lidia Lestegás, con la que vive actualmente en Girona. Ella se arrodilló y sacó de su mano una cajita. La abrió. Dentro brillaba un anillo. Al instante, le preguntó si quería casarse con ella. Él, aunque visiblemente exhausto por el esfuerzo previo, dijo «sí». La besó y abrazó, pero al rato su cuerpo sucumbió a la gravedad y se tiró al suelo para recuperarse de la dura carrera y de un final tan sorpresivo.

Antes, Lidia ya había puesto cierta dosis de misterio en su perfil de Instagram, donde publica posts como LidiaCigüeña y supera los 14.000 seguidores. Con el mensaje «Deseadme suerte para esta tarde» y una foto del anillo (con el perfil de la montaña gerundense Els Ángels grabado, obra de artesanía del coruñés Alberto Taboada). Poco después, muchos pudieron ser testigo de su directo más especial, un vídeo que ayer por la tarde superaba las 12.200 reproducciones y acumulaba unos 130 comentarios. «Tampouco tiña moi elaborado o plan -reconoce abiertamente ella-. Eu sabía que lle quería facer a pedida o día do ironman. O único, tiña o anel xa dende facía un mes. Foi á aventura, porque co tema do covid non sabía se me ían deixar pasar ou non, polo que foi sobre a marcha». Al final, la organización del evento deportivo fue benevolente con la focense, con tan romántica intención y estando acompañada de su padre y futuros suegro y cuñada in situ. Hasta a un guardia de seguridad le tuvo que mostrar el anillo. «Tienes cinco minutos», le espetó. Pero Borja no llegaba, añadiendo estrés al momento. «Paseino mal», reconoce Lidia, ahora con más calma. «Que viene, que viene» le decía a su fotógrafo, Oriol, para que no se fuese y «ter fotos chulas», dice.

ORIOL BATISTA

«Eu xa dixen que o facía aí porque non ía poder escapar», dice con humor Lidia. Borja se vio sin escapatoria: «Non tiña outra saída. Ou facía 226 quilómetros para atrás outra vez...». «Ao verme el no último punto e non nos de avituallamiento xa se cheirou algo», añade ella. Y cuándo la vio arrodillándose «non pensaba, nese momento quería tirarme ao suelo e descansar», reconoce Borja, mientras el speaker decía: «Ahora es lo que le queda, a ver cómo le dice que no». «Tardou pouco en dicir si, pero a min fíxoseme eterno», sigue su ya prometida, quien señala que «sabía literalmente todo Dios» de su propuesta matrimonial menos Borja. Ahora cobran sentido las palabras de un mecánico, del viernes: «Cando fun recoller a bicicleta dime: ‘Vas ter unha entrada en meta que non se che vai olvidar na vida e non porque sexa o primeiro ironman que fas’».

¿Para cuándo la boda?

Ahora toca otro «ironman», juntos, la boda y el matrimonio: «Estamos en discusións. Eu quero para 2023 e el, 2024. Eu teño claro que ten que ser despois da pandemia, cando poidamos celebrar as cousas con tranquilidade e seguridade. A gracia é poder celebralo cos amigos e coa familia».

Llegados a este punto, ya el último párrafo, pareciese que haya quedado en segundo plano el resultado del triatleta. Fue sexto en su categoría, de 25 a 29 años, pero claramente es el primero en el corazón de Lidia Lestegás.