El tenis añoraba a Rosalía Veiga

Iván Díaz Rolle
I. DÍAZ ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

FOZ

CEDIDA

Ganó el Open de Portosín justo tras retomar la competición federada al terminar sus estudios universitarios, un lustro después de sufrir una taquicardia supraventricular

31 ago 2020 . Actualizado a las 21:57 h.

Se hizo esperar demasiado, pero Rosalía Veiga Lestegás (Foz, 1998) ha vuelto a lo grande al mundo del tenis federado. Una taquicardia supraventricular había apartado de su pasión a la niña que poco antes, en el 2013, era elegida la mejor de la provincia de Lugo. Una ablación corrigió la patología, pero entonces inició sus estudios universitarios de Biología y pasó un lustro alejada de los grandes torneos autonómicos.

En ese tiempo, Rosalía no dejó de añorar el tenis. Ni el tenis a ella, porque en su vuelta mantiene gran parte de los dotes que la iluminaban durante su infancia. Y también el mismo carácter ganador. En su primer gran torneo a nivel federado, el Open de Portosín, triunfó sin ceder ni un solo set. Echó en los cuartos de final a Tamara Iglesias (6-1 y 6-2), y después batió a las reputadas hermanas Hermo Rebollido. Primero a Laura (6-4 y 6-4), y en la final a Belén (6-0 y 7-6).

«O primeiro set da final foi un deses nos que che entra todo. No segundo afrouxei un pouco e a cousa estivo moito máis igualada. Estiven por detrás moito tempo no marcador, pero no tenis, ademais de saber xogar, hai que saber gañar. A cabeza é importantísima e sóubena manexar», cuenta Rosalía, emocionada por sus prestaciones en la vuelta a la competición.

Además del torneo de Ribeira, después del confinamiento participó también en el Vila de Foz, en el que alcanzó la final de consolación en categoría mixta, y en los dobles del Memorial José Luis Yebra de Burela. «Síntome bastante cómoda. Levo adestrando uns meses, porque ao estar federada xa puiden empezar na fase dous da desescalada, e pouco a pouco funme vendo mellor, axustando os golpes, afinando máis», explica.

La focense, eso sí, no pone sus miras más allá de disfrutar de un deporte que le apasiona y que por distintas vicisitudes había dejado de lado: «Primeiro foi a taquicardia, é un deporte con continuos cambios de ritmo e sófrese. E cando xa a sanei ao facer a ablación, empecei a carreira e non podía adestrar porque tamén tiña clase polas mañás. Xa intentei retomar a actividades federada o ano pasado, pero caín na primeira rolda do torneo de Redes», cuenta una mujer que a sus 22 años iniciará el Máster en formación del profesorado. 

Desde muy niña

Por encima de los triunfos, Rosalía valora el volver a disfrutar de un deporte que va ligado a su vida desde bien niña. «Non sei a que idade empecei a xogar. Aínda nin se creara o club en Foz. Tería sete anos, ou por aí, non sei», relata.

«Non me visualizo nunca sen unha raqueta encima», revela una jugadora marcada por una familia enamorada del tenis y que ha practicado también tenis de mesa o bádminton. «O único que me importaba era volver gozar deste deporte», resume Rosalía Veiga, ya inscrita en el III Torneo Concello de Negreira, que se iba a disputar la próxima semana y finalmente se ha aplazado a la siguiente. «Tamén están apuntadas as irmás Hermo», destaca una campeona que vuelve por sus fueros como si el tiempo no hubiera pasado.