El bañista catalán que el pasado sábado sufrió una parada cardíaca al salir del agua en la playa de A Rapadoira, en Foz, evoluciona bien, y, según información sanitaria facilitada, es bastante probable que no sufra secuelas de importancia. La rápida intervención del equipo de socorrismo del arenal focense, que desde el primer minuto, en cuanto identificó la parada, realizó tareas de reanimación; así como del equipo sanitario del 061, que acudió de inmediato; y de la patrulla de la Guardia Civil y el vehículo de Protección que escoltaron hasta el Hospital Público da Mariña, en Burela, al vehículo medicalizado, fueron decisivas. Fuentes sanitarias informaron de que fueron precisos 35 minutos de reanimación cardiopulmonar y 5 descargas con el desfibrilador para salvar la vida del joven. Pero lo lograron. Ayer había despertado de la sedación y ya había sido extubado.