La pasión por el balón va en la sangre

Iván Díaz Rolle
I. DÍAZ ROLLE FOZ / LA VOZ

FOZ

Xaime Ramallal

Asier Burundarena sigue en el Foz los pasos de su padre, que fue un reputado futbolista en la comarca durante los 80 y 90

28 abr 2020 . Actualizado a las 20:58 h.

El apellido Burundarena perdura en la memoria colectiva del fútbol mariñano. Miguel Burunda (Foz, 1964) fue parte importante del Burela que en el 1991 se quedó a un gol de alcanzar la Segunda División B. Aquel hombre que se formó en el Foz y también jugó en el Mindoniense se retiró con 29 años porque «padecía moito dos abdutores».

Pero la familia Burundarena aún no ha dicho su última palabra en el mundo del fútbol. Asier sigue los pasos de su progenitor y con solo 21 años se ha convertido en la gran referencia del Foz. Pese a su corta edad, acumula más de cincuenta goles con una camiseta rojiblanca con la que ya festejó dos ascensos desde Segunda Galicia a Preferente. «É mellor ca min, ten moi boas condicións. O fútbol antes era moito máis lento, el fisicamente é máis completo ca min. Aínda que eu sempre lle digo que é peor porque non chegou a verme xogar», cuenta Burunda, el actual entrenador del cadete focense.

Plantilla del Burela que rozó la Segunda B en 1990-91. Burunda es el quinto por la derecha en la fila de arriba
Plantilla del Burela que rozó la Segunda B en 1990-91. Burunda es el quinto por la derecha en la fila de arriba

«Eu empecei de extremo esquerdo, aínda que era destro, afianceime como mediocentro e acabei xogando de líbero», añade aludiendo a las diferencias con Asier, un fino y veloz futbolista zurdo que puede actuar en cualquier posición del ataque.

Lo entrenó durante su etapa infantil y un año en cadetes, aunque luego se fue al Lugo para volver como juvenil: «Ese último ano xa case nin estivo comigo porque compaxinaba o xuvenil e o primeiro equipo. Gustábame adestralo porque sempre soubo manter as distancias, eu esixíalle como aos demais e el tratábame como o seu adestrador, non como o seu pai».

Aunque sus características futbolísticas distan bastante, los une su pasión por el deporte y por el Club Deportivo Foz. «Estamos moi unidos e falamos moito de fútbol, sobre todo do Foz e das súas categorías inferiores». Durante la cuarentena, que toda la familia pasa junta, hasta se han retado en varias modalidades.

«Temos unha finca fóra da casa, así que de vez en cando tocamos algo o balón ou tiramos a canastra. Tamén xogamos ao tenis de mesa, pero penso que nos máis de corenta días que levamos confinados só lle gañei unha vez», cuenta Burunda.

«Sempre estivemos moi unidos, pero con esta situación se cadra aínda máis porque pasamos moito máis tempo xuntos», añade un Asier que ya no pudo ver a su padre jugar. «Meus tíos dinme que era moi bo», cuenta.

Con solo 21 años Asier ya acumula más de cincuenta goles en el primer equipo focense, con el que dio el salto desde Segunda Galicia hasta Preferente
Con solo 21 años Asier ya acumula más de cincuenta goles en el primer equipo focense, con el que dio el salto desde Segunda Galicia hasta Preferente PEPA LOSADA

Miguel Ángel Burundarena Fraga debutó en el Foz a los 15 años y también disfrutó desde el campo un ascenso a Preferente. Luego se fue al Burela y ascendió a Tercera División, donde jugó seis años antes de irse a un Mindoniense en el que estuvo a las órdenes de Jesús Gayol. «O Foz é o meu equipo de sempre, o que máis quero, pero alégrome de haber probado outras experiencias».

La saga Burundarena la continúa un Asier que este verano ya estuvo tentado por equipos como el Viveiro o el Vilalbés. Finalmente decidió quedarse en un Foz que antes del parón por el coronavirus estaba atravesando una campaña complicadísima. Era colista tras once derrotas consecutiva y acumulaba quince jornadas sin ganar.

«Non me arrepinto de haberme quedado no Foz esta tempada, é o meu equipo, o club no que nacín. Pero estaba sendo un ano desastroso en tódolos sentidos», explica el pichichi del conjunto rojiblanco con seis tantos.

Permanencia

Pese a todo, el equipo entrenado por Javi Chinchón, con solo 15 puntos en 26 jornadas, podría mantenerse en Preferente si prospera la intención de la Federación Gallega de conceder ascensos pero no descensos al no poder terminar las ligas por culpa de la pandemia. «Ata que non sexa oficial, non me fío», dice el futbolista.

Pese a esa más que posible salvación, a Asier no le faltan pretendientes para el próximo curso. «Eu funme a outros equipos e foi unha moi boa experiencia. El ten condicións, se ten gañas non perde nada por probar a ver ata onde pode chegar», le aconseja Burunda al último talento futbolístico de la familia. «Os meus dous irmáns varóns xogaron de porteiros», añade.

¿Vivirá Asier unos tiempos tan gloriosos para el fútbol mariñano como aquellos años 90? «Nunca se sabe, pero entón puxéranse moitos cartos», concluye Burunda.