«Cando se xubilen os pícaros, acabarase a empresa»

La Voz

FOZ

06 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando sucedió el incidente del Ruíz Rey, Ton recuerda que su familia ya estaba construyendo otro barco, el Ollo do Mar. «Xa eramos catro da familia ao mar e un barco facíasenos pouco», reconoce el focense, cuya familia también compraría el Mirando o mar, una embarcación que después sería desguazada para construir el nuevo Mirando o mar, «xa de ferro». De familia marinera y con tres hijos en el sector -Alberto (que fue patrón mayor en Foz) y Germán, como patrones y Suso, como motorista- Ton reconoce que, frente a las nuevas tecnologías que facilitan y hacen más cómodos los trabajos en la pesca, están los topes y las cuotas, que representan un freno importante: «Estes topes e cotas van acabar coa baixura».

No oculta que le gustaría que alguno de sus nueve nietos y dos bisnietos siguieran con la tradición familiar marinera, pero, hoy por hoy, es consciente de que eso no sucederá: «Cando se xubilen os pícaros (por sus hijos) acabarase a empresa. É unha pena, porque é un oficio bo tal e como o entendemos nós, en familia».

Tecnología

«Agora hai moita tecnoloxía e o traballo no mar é diferente. Cambiou todo moito. Daquela, na miña época había que ver o peixe cos ollos e agora vese cos aparatos», reflexiona, mientras nos confirma, tras mirar el teléfono móvil, la ubicación de los barcos: el Ollo do Mar va hacia Gijón y el Mirando o mar hacia Santoña. «Andan ao bocarte e á cabala». Ton, que asegura que nunca ostentó ningún cargo en la cofradía, salvo el de taxista de forma puntual, no entiende la vida sin el mar. Siente nostalgia de aquel Foz marinero y sigue conservando amistades a lo largo de todo el litoral. A lo largo del Cantábrico, su mar.