El Agolada dejó pasar uno de los últimos trenes en el sueño de seguir en la categoría. Con veintiún puntos pendientes de disputarse, ya está a dieciséis de la salvación. Parece solo cuestión de tiempo que se consume el descenso a Primera Autonómica. Ante el Foz los dezanos acumularon errores, en especial en la primera mitad. «Foi un desastre, non estivemos finos, con infortunio nunha falta, un contraatade onde nos colocamos mal ou un penalti absurdo», resumía ayer Luis González Pichel algunas de las causas que llevaron al equipo a encajar un 4-0 en el campo del Foz.
«Non soupemos entrar no partido e penalizamos con dous goles», incidió el técnico dezano, argumentando que la mejoría mostrada por sus futbolistas en la segunda mitad no se pudo plasmar en el resultado ante un rival que estaba más cómodo, pudiendo leer mejor las situaciones del juego y cerrarse bien atrás con ese colchón de dos goles, que ampliaron a cuatro en la recta final del encuentro. Además de la derrota tanto Aitor como Santi sufrieron dos entradas muy duras, que los convierten al menos en duda para jugar este próximo domingo en casa frente al Negreira.