Una barricada para impedir el embarque de bidones del "Cason" a San Cibrao

La Voz

CERVO

OLIVER

1987

11 dic 2017 . Actualizado a las 15:20 h.

Tres contenedores de metal líquido de seis toneladas de peso cada uno, cuatro bandejas de ánodos de cuatro toneladas y otros materiales, forman la infranqueable barricada que da acceso a la factoría de Alúmina-Aluminio en San Ciprián, por la que deben pasar los tres camiones que transportan los bidones procedentes del Cason, siniestrado en Finisterre. El retraso en la llegada al puerto de San Ciprián del mercante Galerno, fletado para el traslado de estos bidones al puerto de Rotterdam, produjo una gran movilización en toda la costa de Lugo. El plan que tenían preparado las autoridades que entienden este caso, se vino abajo a consecuencia de esta demora. Estaba previsto que a las 6 de la mañana hubiera atracado en el muelle de San Ciprián el Galerno, para recoger la incómoda carga. Los camiones llegaron, pero no así el buque.

Al amanecer toda A Mariña se llenaba de preocupación y alarma al conocer la noticia que rápidamente se habia propagado con la rapidez del relámpago por ciudades, villas y aldeas de que los bidones procedentes del Cason y detenidos en Guitiriz acababan de llegar a las proximidades de la zona portuaria de Moras, en Xove y en el área industrial de la factoría de Aluminio Español.

Movilización masiva

La movilización fue masiva en todos los municipios de la comarca. Mientras que unos avisaban a los medios de comunicación, otros operaban con sus propios vehículos por carreteras comarcales y rurales, para avisar a la población, que inmediatamente comenzó a afluir a Moras, concentrándose en los accesos de la factoría de Alúmina.

Tres camiones conteniendo el cargamento ya rechazado en Guitiriz horas antes habían intentado penetrar en las instalaciones de la factoría en donde se suponía que serían descargados. La operación no «salió bien», según precisaron testigos presenciales. El comité de empresa de Aluminio se opuso a la entrada de los camiones que fueron detenidos a un lado de la vía de comunicación interior, junto a varios vehículos de la Policía Nacional que habían venido escoltándolos hasta Xove desde Villalba.

Un vecino de Guitiriz dio la voz de alarma sobre las 8 de la mañana, al comprender que los camiones se dirigían a la costa lucense. Xesús López, el alcalde de Xove, avisó inmediatamente a todos tos alcaldes y a tan temprana hora se organizaron plenos con carácter de urgencia; en el Ayuntamiento de Viveiro se pidió la dimisión del gobernador civil de Lugo, por entender que negó «la existencia del transporte» cuando le fue requerida información. Posteriormente, pudo saberse que durante la madrugada el Gobierno Civil de Lugo le había comunicado al director de fábrica la inminente llegada de un embarque especial, sin especificar el contenido.

Los centenares de personas concentradas en torno a los vehículos detenidos manifestaban su preocupación no sólo ante la presencia de las temibles sustancias, sino ante «el grado de irresponsabilidad que concurrió en el hecho de permitir, ya en principio, un peligroso tránsito por carreteras estrechas de montaña, plagadas de curvas y precipicios». Xesús López visiblemente preocupado ante la gravedad de la situación que permanentemente observó de cerca en compañía de otros alcaldes de la zona, se dirigió a la Mancomunidad de Municipios de A Mariña a través de la radio, pidiendo a la población que acudiera en masa al lugar de los hechos, en solidaridad, «porque si algo ocurre ?dijo? nos afectará a todos». Al mediodía se produjo un corte de tráfico en la carretera a su paso por Xove, al tiempo que se recibía en Aluminio Español la comunicación de que un barco procedente de Ferrol se dirigía al puerto comercial de la factoría especialmente fletado con la misión de cargar la mercancía y trasladarla a Rotterdam.

Alcaldes de la costa celebraban también reunión en el área de Alúmina, y la unanimidad en los acuerdos fue absoluta: no permitir el acceso de los bidones al interior de la factoría. El comité de empresa de Alúmina intentó que se procediera al transporte por carretera de los bidones mediante un convoy militar y con destino a Ferrol.