Tiempo de balleneros

CERVO

Reconstrucción de la txalupa San Juan, rebautizada como «Butus».
Reconstrucción de la txalupa San Juan, rebautizada como «Butus». p.m. < / span>

28 oct 2015 . Actualizado a las 17:45 h.

Recientemente, nuestra amiga Encarna Lago, gerente de los Museos de Lugo, trajo al Museo Provincial del Mar, el recuerdo de la gran aventura de la ballena. Entre otras razones por ser Islas San Cyprianus junto a la península de Caión en el Concello de Laracha, los puertos balleneros más antiguos de Galicia; tal Concello del norte de A Coruña, es el único de Galicia que en su heráldica lleva el símbolo de los cazadores de ballenas.

Hubiera deseado que el espacio ocupado por la ballenera de Massó, en el Portiño de Morás, contuviera un parque temático sobre la caza del mamífero marino que fue, desde la Edad Media, un gran negocio y la primera industria de transformación, cetáceos en saín, el petróleo de tal época, capaz de cambiar la economía del Cantábrico por la inversión del dinero de los terratenientes en las pesquerías que comenzaban su faena en octubre y la finalizaban en marzo.

Como no puedo divisar, desde La Atalaya de Islas San Cyprianus, el paso de ballenas, me conformo leyendo la obra de Leopoldo Romeo, escrita en 1871, dónde describe historia y vicisitudes de la pesca del macrocéfalo, en una singladura que comparte con una tripulación de balleneros, los instrumentos que usan, las coordenadas de la navegación, los peligros que entraña, el comercio de un animal que se aprovecha en su totalidad.

No tengo por menos que imaginarme la actividad frenética de mi pueblo, cada vez que se enciende la hoguera, se hacen a la mar las chalupas, el arponero clava su lanza con la estacha, y tras el uso de las sangraderas, arrastran hasta la playa do Cabalo, al mamífero, para que comience su despiece, en el que participa todo el vecindario, mientras potas hirviendo cuecen sus carnes para obtener el preciado aceite que irá llenando los toneles, que con los demás restos, serán objeto de reparto, incluyendo la parte que corresponde a la Iglesia.

Siempre digo que aunque no sea del todo cierto viajar en el tiempo, yo me trasladaría a uno de aquellos momentos en que el arponero gobernaba la maniobra de acercamiento, con su brazo armado por el arpón. O formando parte de las agrupaciones de mareantes que pleitearon con la Iglesia y con los vascos para dejar claro el reparto de las ganancias y la simiente de pósitos y cofradías.

Orgullo gallego

Para completar nuestro orgullo gallego, recomiendo la lectura de esa magnífica tesis doctoral patrocinada por el Instituto Padre Sarmiento, «Los balleneros en Galicia», de Felipe Valdés Hansen. No obstante y gracias a la Arqueología, podemos afirmar que los Romanos, en nuestra provincia de Gallaecia, eran cazadores de ballenas, y comprobaron como su carne era un magnífico alimento.

Recomiendo la lectura de la tesis doctoral «Los balleneros en Galicia»