Aún no es san Juan y la sardina ya moja el pan
BURELA
La semana empieza en Burela, por fin, con trámites con la flota. Tanto viaje, me hace tener descuidados a mis compañeros y bien que lo siento, por eso cada vez que tengo oportunidad de estar con ellos, lo disfruto.
Ya el martes recibo la visita de mi buen amigo Javier Remiro de la Fundación Biodiversidad. Su llegada se debe a alguna acción que tenemos pendiente. Desde septiembre de este año hasta noviembre del año que viene tendremos diferentes actos en Burela, pues la cofradía cumple 100 años y, aprovechándome de estos amigos, traeremos cosas al pueblo. Ya os iré contando, pues tenemos algunos actos más o menos cerrados. Javier se fue encantado del pueblo. Le sorprendió que siendo tan pequeño tengamos tantos servicios.
Por la tarde cogimos los dos el avión para volar a Madrid. La capital empieza a estar un poco insoportable para uno del norte por el calor que hace. Por cierto, nos tocó un avión raro, de dos asientos, pasillo y otros dos asientos; no es habitual viajar desde Asturias a Madrid en un Iberia regional, aunque son muy silenciosos porque los motores van en la cola. Por desgracia, y aunque iba en salida de emergencia, viajé como una sardina enlatada. Me tocó un compañero de asiento yoyó, se cruzó de piernas y se hizo dueño y señor del apoyabrazos que debemos de compartir. Y así de ancho estuvo la hora y media que pasamos mientras duró el despegue, vuelo y aterrizaje de avión. Por cierto, aterrizaje con rebote, porque pegó un bote y un rebote cuando tomamos tierra.
En el metro recibí la noticia: nuestra conselleira se va de candidata al Congreso de los Diputados y la releva el alcalde de Cervo, Alfonso Villares. Confirmo la noticia por dos lados diferentes, pues la sorpresa es mayúscula. No me queda más que desearle suerte a cada uno, lo hice por teléfono y quiero hacerlo extensible en mi diario. Quiero también agradecer el esfuerzo de 14 años de nuestra conselleira. Solo ella y su familia saben lo que eso supone. ¡Gracias conselleira!
El miércoles tocó comisión de faros de Puertos del Estado. La reunión arrancó con una ponencia, que es como les llaman a los cambios propuestos en la señalización portuaria. Había diferentes pareceres con la señalización de un puerto muy pequeño y, resuelto el problema, seguimos con el resto de las ponencias. En esta ocasión fueron 39 los cambios aprobados. Nos despedimos hasta la próxima reunión, que será en noviembre. Empezaremos a rotar la ubicación de las reuniones y en principio nos iremos al sur.
A mediodía terminamos y me marcho al ejecutivo de la Plataforma Tecnológica de la Pesca y la Acuicultura (PTEPA), que empieza a las 14:45 en la Fundación Pons. Nunca había visitado esta fundación y el lugar de reunión estaba en la buhardilla. Me llamó la atención la forma de aprovechar un espacio que normalmente se utiliza para trastero: todo un acierto.
Terminada la reunión vuelvo al hostal en el que siempre me quedo, en Carrera de San Jerónimo, y aprovecho para comer algo en el mexicano que abrieron en el bajo. El malagueño que había allí antes hace tiempo que cerró, pero ¡qué rico era el adobo que tenían! También tenían una barca pequeña para hacer los espetos típicos. ¡Qué pena me dio cuando cerró! Hay que decir que el cambio tampoco está mal porque los de ahora hace unas enchiladas y unos tacos muy ricos, con un servicio muy atento, además.
El jueves, reunión con Repsol para hablar de combustibles alternativos. Llevamos trabajando con esto unas semanas y no va a ser nada fácil. Ya por la noche, vuelta a casa.
En el avión de regreso me sorprende la posición de mi acompañante, que puso las rodillas apoyadas en el asiento delantero y se colocó en posición fetal con la cabeza apoyada también en el asiento delantero. Era la salida de emergencia, por lo que el espacio entre los asientos era mayor. Era muy alto y, al sentarse el pasajero del asiento que él estaba torturando, retomó la posición normal. Yo ya estaba viendo que en cuanto llegase la persona encargada de darnos las instrucciones por estar en salida de emergencia le iba a llamar la atención, pero se recompuso antes.
Ya el viernes, en Burela, de nuevo una mañana ajetreada: reunión con el presidente de la academia gallega de gastronomía Paco Bobadilla. Haremos colaboraciones en breve. Terminada la reunión con Paco, recibo a Marta para producción y autoconsumo de energía. El consumo de energía nos lastra y estamos buscando todas las posibilidades para reducir la factura.
Para terminar la mañana tocó hacer balance de la última feria Expomar en la reunión que tenemos en el ayuntamiento y aprovechar para despedir al alcalde Alfredo, que esa noche dejaba su cargo. De nuevo hay que agradecer el trabajo de todos estos años y desearle suerte en su etapa de profesor a la que regresa.
Ya el sábado hacemos reunión de varadas en el puerto y terminamos con la toma de posesión de la primera alcaldesa del pueblo: toda la suerte del mundo Carmela.
Terminamos el día en O Cantiño con una noche espléndida de temperatura y unas sardinas a la brasa, riquísimas y el pan en el que soltaron la grasita, delicioso. Ya mojan el pan aunque San Juan es la semana que viene.
Recordad: ¡Disfrutad de los placeres del pescado, seréis felices y personas sanas!