Un empresario al que casi arruina el covid, 3 años después: «Hoxe pasaría o mesmo»

BURELA

Alberto Prado, dueño de un gimnasio y una orquesta en Burela, ha logrado remontar sus negocios
09 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ahora tres años, los medios de comunicación empezaban a hablar casi con timidez del covid, un virus procedente de China que en cuestión de semanas puso patas arriba la sanidad, la economía y la sociedad española. También la mariñana, donde empresarios como Alberto Prado Viamonte estuvieron a punto de ir a la quiebra. Dueño del Ximnasio Breogán, en Burela, y de la orquesta Alma Latina, pasó meses con la actividad paralizada en ambos negocios. «Recórdoa como unha etapa de moita incertidume. Era unha situación nova que na vida vivira e non sabías o que ía durar, en que ía desembocar todo aquilo. E no tema das axudas non sabías o que ías ter, o que non ías ter, o que ía durar...», señala Prado, que en agosto del 2020 había detallado su «asfixia» a La Voz. «Estou cobrando a axuda de 660 euros por cese de actividade de autónomos, pero teño máis de 2.000 euros de gastos fixos ao mes pese a ter todo parado. O seguro do camión da orquestra, as taxas, Internet..., o único que non estou pagando é o servizo da empresa de limpeza porque non me vai: o resto, absolutamente todo. E menos mal que o local do ximnasio é meu, porque se tes que pagar un aluguer xa nin che conto», lamentaba entonces.
Entrado el 2022, la situación comenzó a encauzarse y hoy sus dos negocios funcionan casi a pleno rendimiento. «No ximnasio polo menos non volveu haber ningún tipo de restricción nin de limitación, e a orquestra recuperou as actuacións», reconoce. Con todo, cree que si hubiese otra pandemia regresaría el caos: «Se tivéramos que pechar hoxe, a situación ía ser a mesma, con moitísima incertidume».
«Para a orquestra, o 2022 foi un dos mellores anos e esperamos que o 2023 siga así»
Cuenta Alberto Prado, de 54 años, que hasta marzo y abril del 2022 hubo importantes dudas sobre cómo iría el año. Sobre todo para Alma Latina, la orquesta que puso en marcha en el 2003 y que desde ese momento amenizó fiestas y celebraciones en Galicia y Asturias. Sus seis músicos subsistieron durante un tiempo cobrando ayudas asistenciales al no poder acceder a los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), puesto que el día que el Gobierno decretó el estado de alarma no estaban dados de alta en la Seguridad Social por no tener ninguna actuación. Desde el inicio de la pandemia solo habían actuado una vez en el programa televisivo Luar, en el que había sido su único ingreso. De aquella etapa tan dura, les queda un mal recuerdo. El año pasado pudieron empezar la remontada. «Para a orquestra, o 2022 foi un dos mellores anos, e esperamos que no 2023 sigan as cousas así», comenta el empresario.
Contratadas actuaciones
Apunta que, a estas alturas de enero, el grupo ya tiene contratadas un buen número de actuaciones. «Hai ganas de festa. O ano pasado notamos que nos sitios ós que íamos tocar, aínda que fosen pequenos, había moitísima xente. E en festas nas que che dicían que ían acabar sobre as dúas da mañá, vías que ata as tres ou as catro da mañá a xente seguía de festa. Había ganas de saír, de sociabilizar...», apunta el dueño del gimnasio Breogán.
A pesar de que las expectativas son buenas, Prado Viamonte no pierde de vista que en cualquier momento podría repetirse una situación similar a la vivida hace años. «Falan de que en China están repuntando os contaxios, pero todo apunta a que vai ser un ano estable á hora de traballar», concluye.