Doce Lecer, un negocio con solete de la Guía Repsol que se despide en Burela: «Gustarianos que alguén o collera»

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO BURELA / LA VOZ

BURELA

Dori y Tata González pusieron en marcha Doce Lecer en 2015
Dori y Tata González pusieron en marcha Doce Lecer en 2015 PEPA LOSADA

Múltiples muestras de cariño reciben estos días Dori y Tata González, gerentes de esta cafetería pastelería que impulsó iniciativas culturales desde 2015

22 sep 2022 . Actualizado a las 16:11 h.

En enero de este año la cafetería-pastelería Doce Lecer de Burela nos sorprendía con murales de Uxía Treitas en sus mesas para reconocer a mujeres gallegas que marcaron la historia, como Elisa y Marcela —contrajeron matrimonio en 1901—, Rosalía de Castro, Maruja Mallo o Antonina Semedo.

En la primavera de 2017 innovó con el «breakfast» y las reuniones mensuales para conversar en inglés, e incluso llegó a tener lista de espera de tres años para acoger exposiciones. Son solo algunas de las iniciativas que impulsaron Dori y Tata González Fraga, gerentes de Doce Lecer desde 2015, que en 2021 consiguió un solete de la Guía Repsol y que este domingo cerró oficialmente sus puertas y ahora está abierta a un traspaso.

En días previos fueron poniendo sobre aviso a clientes y amigos: «É unha decisión moi meditada, pero difícil pensando na xente. Deunos moita pena porque foi un negocio que nós puxemos en marcha, que o vimos medrar, no que conseguimos moitas cousas...», reconoce Dori, que junto con Tata personalizaron la cafetería hasta convertirla «nun espazo diferente», merecedor de reconocimientos. Asegura que el local tiene clientela y funcionaba, pero en este momento de sus vidas les es difícil compaginar la actividad hostelera con otras ocupaciones laborales.

«Atendemos o negocio as dúas soas. Primeiro pensamos en contratar a xente, pero xa todo o mundo ve como está de difícil conseguir traballadores na hostalería», sostiene.

Mucho trabajo en verano

Dori asegura que en verano tuvieron mucho trabajo en la céntrica cafetería y confía en el gran potencial de Burela en particular y de A Mariña en general: «Pensamos que deixamos a cafetería nun nivel alto. Gustarianos que alguén a collera porque o negocio está ben montado e pódese levar ben. Hai xente interesada e pensamos que é un local que se presta a que os futuros donos o personalicen. O importante é que a persoa ou persoas que o collan lle poñan moita ilusión, gañas...».

Dori hace un balance positivo de esta etapa en la hostelería: «Estamos moi contentas e moi orgullosas de todo o conseguido. Foron case sete anos moi interesantes nos que aprendimos moito. Collímolo sin experiencia e, aínda con momentos complicados como a pandemia, soubemos tirar para adiante». Entre los factores a favor señala uno: «Un dos valores é o noso carácter. Sempre cun sorriso e felices co que estabamos facendo».