La proeza de las mejores del mundo

BURELA

PEPA LOSADA

Trabajaron en tiendas, bibliotecas, cibercafés, colegios y autobuses hasta poder pensar en el fútbol sala las 24 horas en un Burela de leyenda y profesionalizado

23 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Vivir del fútbol sala aún es una utopía para la mayoría de las jugadoras de Primera División. Es una realidad que quiere cambiar el Pescados Rubén Burela. En la humilde villa marinera donde se elaboró el primer convenio colectivo del deporte femenino en España, el trato da frutos en la cancha: por segundo año consecutivo son el mejor club del mundo en los premios de la web Futsalplanet. Desde junio del 2019, ni un título se le ha escapado a una entidad que ya adorna sus vitrinas con cuatro ligas, cuatro Copas de la Reina y la reciente Champions, entre otros éxitos. Con el liderazgo de Julio Delgado hasta este verano, e Iván Cao, Lucas, las grandes culpables son futbolistas que aman su trabajo.

Peque (Madrid, 34 años). La jugadora más representativa del cuadro naranja y la selección española, flamante balón de plata mundial, no pudo dedicarse en exclusiva a lo que mejor hace hasta que firmó su primer contrato con el Pescados Rubén, en el 2011. Tras iniciarse siendo muy pequeña en un equipo femenino, el Distrito 31, gracias a una pasión que heredó de su padre, trabajó en un Decathlon durante tres años en Logroño cuando ya estaba contrastada en Primera. Con casi 500 partidos en las ligas española e italiana a sus espaldas y una veintena de títulos, está completando sus estudios con un MBA de gestión deportiva.

Jozi Oliveira (Chapecó, Brasil, 39 años). Hace más de una década fue la única portera incluida entre las diez mejores futbolistas del mundo y ahora fue cuarta en la clasificación de arqueras de Futsalplanet. Una muestra de la calidad y perseverancia de una mujer que tropezó con el fútbol sala a los 18 años, convencida por el padre de una amiga tras la desaparición del club de balonmano en el que jugaba. Cuando la pentacampeona del mundo con Brasil comenzó en el Popiolski Futsal, el actual Female, compatibilizó trabajos en un súper y de bibliotecaria, estudios y deporte. Desde el 2004 es profesional, pero tiene formación universitaria de Psicología y un máster de Psicología Deportiva.

Ale de Paz (Neda, 26 años). La ferrolana, otra habitual de la selección, es un baluarte del Burela y una de sus mejores goleadoras desde su llegada en el 2019. Es integradora social y descubrió el fútbol sala «a los 4 o 5 años en la calle y el colegio». Creció con A Fervenza y Valdetires Ferrol hasta alcanzar la élite siendo una adolescente. Durante su etapa en el Poio Pescamar trabajaba como acompañante en un autobús escolar.

Dany (Sao Paulo, Brasil, 37 años). El juego de una de las pívots más determinantes del mundo se forjó en las calles de Basil. Hace una década que dio el salto a España, donde se ha nacionalizado y ahora es importante en la selección, pero antes trabajó en un cibercafé en horario de mañanas para conciliar con sus entrenamientos de tarde. Estudió técnica de imagen para el diagnóstico.

Bea Mateos (Salamanca, 34 años). El ala-cierre es un seguro en la cancha y también fuera. Es auxiliar de enfermería y tiene una amplia trayectoria en Primera. Tras medrar en su ciudad, pasó por el Valladolid y el Ovina, antes de llegar al Burela en el 2013. Al terminar sus estudios, mientras jugaba en Pucela, trabajó en un colegio y comedores.

Lara Balseiro (Viveiro, 29 años). El 10 es la única mariñana en un elenco de estrellas, y también la única con un trabajo fuera del fútbol sala. Tras iniciarse en el Puerto de Celeiro, siempre con niños, compite en el Burela desde los 15 años, a excepción de un curso cedida en el Poio, y estudió Actividades Físicas y Deportivas.

Leti Cortés (Valladolid, 33 años). Se marchó a Italia para dedicarse en exclusiva al fútbol sala, igual que ahora en Burela. En Valladolid trabajó en un comedor escolar, estudió Magisterio de Educación Física y alcanzó la Primera División tras empezar a los 10 años. Antes probó el fútbol-7.

Las que nunca han trabajado al margen del deporte son una minoría

Cilene Pereira (Sao Paulo, Brasil, 37 años). La mejor jugadora del mundo en el 2008, pentacampeona del mundo con Brasil al igual que Jozi, no empezó a jugar federada hasta los 18 años. Desde entonces forjó una trayectoria de leyenda en su país hasta llegar a Burela en el 2016. Entre niños, «en la calle y en la escuela», adquirió un dominio de balón espectacular una mujer que dejó los estudios pero piensa retomarlos.

Sandra Buzón (Santander, 25 años). Su familia no estaba por la labor de que jugase al fútbol y, cuando los convenció, ayudada por una compañera de tenis, le pidieron que fuese portera porque padece asma. No le fue mal y ya ha demostrado sus dotes en el Guarnizo, Racing Féminas, Bilbo, Rioja, Leganés y Burela. Estudia Química en la UNED y solo ha tenido trabajos temporales en verano y Navidad.

Jenny Santos (Roma, Italia, 29 años). Tras años jugando entre niños, una profesora la vio y la animó a probar con Del Negro a los 13 años. Ahí comenzó la carrera de la internacional portuguesa, que ha brillado en las ligas de Portugal, Italia y España, y trabajó en un Decathlon cuando militaba en el Sporting de su país. Estudió Deporte.

Cami Gadeia (Sao Paulo, Brasil, 31 años). De pequeña practicaba natación, voleibol y fútbol sala. Eligió el último y desde que es adulta siempre ha sido su trabajo. Quiere retomar sus estudios de Educación Física.

Elena Aragón (Chiclana de la Frontera, Cádiz, 26 años). Empezó en el colegio, pasó por el fútbol y descubrió el sala a los 14. Luego su irrupción fue meteórica en el Cádiz y el Leganés, mientras se sacaba Ingeniería Química. Ya en Burela realizó el máster en Energías Renovables.

Un bloque consolidado que solo sumó tres fichajes este verano

Desde que reconquistó la Copa en el 2019, el Burela solo ha hecho pequeños retoques a su plantilla y enlaza diez títulos consecutivos. Este verano hizo solo tres fichajes, pero de alto nivel.

Emilly Marcondes (Sao Paulo, Brasil, 27 años). Las playas brasileñas vieron los primeros toques al balón de la sexta mejor futbolista del mundo, cuando tenía 5 años. A los 7 empezó en el fútbol sala, un deporte con el que brilló en su país con el Sao José, y conquistó la Copa América antes de llegar al Torreblanca Melilla. El Burela fichó tras más de 20 goles en la liga a una mujer que estudia online Educación Física y ya terminó Administración de Empresas y Markéting.

Irene Samper (Zaragoza, 23 años). Campeona de Europa con España y el Burela, pese a su juventud ya acumulaba seis temporadas como referencia del Alcorcón en Primera, pese a compatibilizarlo con su trabajo como entrenadora de base y sus estudios. Hizo el Grado de Educación Primaria con mención en Educación Física y un máster en Psicopedagogía y Diploma en Neuropsicología Educativa, aunque reconoce que alguna vez necesitó la ayuda de la asociación de jugadoras por los impedimentos que le ponían en la universidad. Con 5 años, la ahora internacional española era la única chica en el equipo de su colegio.

Elenita (Ibi, Alicante, 25 años). Desde los 7 años jugó con niños en la escuela, pero a los 11 se quedó sin equipo por ser mujer. «Un amigo de mi padre nos habló de un equipo femenino en Alcoy y allí empezó mi andadura en el fútbol sala de élite», explica la cierre, que llevaba seis temporadas en el Universidad de Alicante, donde estudió Nutrición Humana y Dietética y el máster de Profesorado, además de trabajar en una cafetería, de profesora y nutricionista. También ha debutado con España.