David Oroza, el piloto de motos que conquistó España sin hacer ruido en Burela

Iván Díaz Rolle
IVÁN D. ROLLE BURELA / LA VOZ

BURELA

PEPA LOSADA

Con empeño y sin apoyos se labró en las carreras una gran reputación dentro de un mundillo del que vive tras montar una tienda de venta y recambios de competición

08 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi siempre ha estado lejos de los grandes focos, sin patrocinios ni ayudas públicas, pero su capacidad para ir rápido encima de una moto ha permitido a David Oroza González (Burela, 1984) ganarse la vida con lo que más le gusta. Sus casi innumerables triunfos en los circuitos le han reportado una gran reputación dentro de un mundillo del que vive tras montar una tienda de venta y recambios de competición. «Mi negocio funciona porque la gente me conoce por ir muy rápido en las carreras», explica sobre Pit Bike GP (www.pitbikegp.com), con base en Burela, aunque pronto se mudará a una nave en Barreiros.

«Hay que valer, pero tampoco soy Marc Márquez. Esto me encanta y con dedicación, empeño y ganas de entrenar se consiguen cosas», resume un hombre que lo ha ganado todo a nivel nacional en la modalidad de Pit Motard. «Son motores de 200 centímetros cúbicos y es la competición más rápida para karting y circuitos intermedios, hablando de motos, claro», precisa. Recientemente incluso lo tentaron para dar el salto internacional: «Me ofrecieron participar en el Europeo, en Italia, pero lo primero es el negocio y por muy bien que lo haga allí no voy a vender motos. Por eso hoy en día solo voy a carreras sueltas. No participo en los campeonatos».

Desde que se introdujo en esta competición en el 2010, casi siempre ha batallado en solitario. «Es un deporte caro y siempre fui solo. Nunca llevé patrocinadores, tampoco nunca le pedí ayuda a nadie. Como mucho iba con algún amigo en la furgoneta», cuenta Oroza, que, tras varios cursos utilizando recambios de otras marcas, se aventuró a emprender: «Ahora soy yo el que patrocina a varios pilotos. Todos los fines de semana estoy en los circuitos, aunque no pueda correr porque me exige mucho más. Es una parte muy importante de mi trabajo». 

Batió a varios mundialistas

David Oroza reivindica su disciplina deportiva, a pesar del desconocimiento que existe en la zona: «Es que aquí apenas hay deportistas y circuitos. Para entrenar me voy a Outeiro de Rei, Lugo, Forcarei, A Pastoriza, el karting de Tapia... En el Sur de Galicia hay algo más de afición, pero por la zona de Cataluña y Valencia es una pasada. Allí empiezan a pilotar con tres años, hay un montón de copas de promoción y por eso tantos llegan al Mundial».

El burelense ha triunfado en parrillas con hasta cien competidores, afirma, y con nombres ilustres que han alcanzado estatus en el Mundial, como Sergio Gadea o Jorge Martín. Su primer gran triunfo llegó en el Campeonato Gallego del 2015, que revalidó en el 2019. En el 2016 se hizo con la corona asturiana de Pit Motard y en el 2017 con la de Castilla y León. Su asalto al primer cajón del podio en el Campeonato de España de la modalidad llegó en el 2018. Desde el 2019 no participó en ningún concurso completo por trabajo, pero no ha dejado de mostrar su nivel de vez en cuando en los circuitos. En la Carrera Campeón de Campeones, que mide a los mejores del año en cada autonomía, también se ha impuesto en el 2017, el 2018 y el 2020, mientras que se perdió la del 2019 por una lesión y todavía espera por la de este año.

PEPA LOSADA

«No tengo moto de calle, prefiero el coche; cuando estás en un circuito ves el peligro»

David Oroza respira pura pasión por el motociclismo desde muy pequeño. «De chaval hacía enduro y motocrós, pero sufrí varias caídas malas y me rompí varios huesos», explica. Sobre el asfalto debutó en el 2010. «Tengo unos amigos que iban a los circuitos a menudo. Fui con ellos, me gustó y decidí probar», recuerda sobre los inicios del bicampeón gallego y campeón de España de Pit Motard.

Con todo, el piloto burelense no oculta la dureza de un deporte que le ha provocado varias lesiones. «Rompí el brazo, el hombro varias veces... Es un deporte en el que asumes riesgos», reconoce. Por eso, cuando no compite no le quedan ganas de enfrentarse a más peligros de los indispensables: «La tuve hace años, pero ya no tengo moto de calle; prefiero el coche porque vas más protegido. Cuando estás en un circuito ves el peligro. Cuando compito me quito el gusanillo de sobra».

Su historia, llena de triunfos, continúa en un deporte para el que reivindica más visibilidad: «Hay cientos de miles que compiten en el mundo, pero muy pocos alcanzan un Mundial».