Bajura y litoral la pescan ahora que pueden, y Burela vuelve a ser el puerto gallego donde se desembarca más
10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando la primavera empieza a asomar y la temperatura del mar va dejando atrás el invierno, gigantescos bancos de xarda se adentran en el Cantábrico para reproducirse. Desplazándose de este a oeste, millones de ejemplares de una especie que los científicos llaman Scomber Scombrus migran del mar abierto y se concentran frente a las costas de Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia. Voraces, los adultos engordan y las crías crecen rápido. Ese pescado azul antes minusvalorado es clave en las cuentas de las flotas de litoral y de bajura. A pesar del coronavirus, de que a bordo les resulta casi imposible prevenir contagios y de la caída de precios, siguen capturándola. Armadores y tripulantes saben que ahora o nunca, la xarda no espera a que pase el COVID-19.
Buena parte de la que no pesquen podría volver el próximo año, pero ellos y sus familias dependen de los ingresos de la costera de la xarda para vivir ahora. Por eso, con idea de facilitarles su trabajo, en puertos como los mariñanos de Burela y Celeiro procuran atender a los pesqueros cuando llegan. Dicho de otro modo, por lo general los horarios los marca la actividad de lanchas de artes menores, cerqueros y arrastreros de litoral.
El 43 % de Galicia en Burela
Igual que en las últimas campañas de la xarda, Burela repite como puerto de referencia en toda Galicia y uno de los grandes del resto del Cantábrico. Cuatro de cada diez xardas que mueven las lonjas gallegas pasan por la burelense. Pesqueros de distintas localidades eligen las instalaciones que gestiona Armadores de Burela como centro de operaciones en una campaña que entra en su recta final. No porque escasee una especie que todos coinciden en calificar de depredadora, y que plaga los caladeros, sino porque las autoridades comunitarias limitan las capturas.
Una vez más, las estadísticas publicadas en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca permiten comprobar cuánto significa ese pescado, también conocido como caballa. Datos provisionales, remitidos por los gestores de las lonjas, indican que en lo que va de campaña en Burela se han desembarcado más de 2.180 toneladas, 500 más que el año pasado por estas fechas. Hasta el momento se facturaron 2,3 millones de euros, solo 93.000 euros más que en 2019, pese al aumento de las descargas. Y es que la media por kilo cayó de 1,37 a 1,06 euros.
También la rula que rige Puerto de Celeiro ha movido más xarda que el año pasado. Alrededor de 575 toneladas hasta ahora, 175 más, pero los ingresos han sido menores, 581.000 euros (75.000 menos), porque precio medio por kilo bajó de 1,65 euros a 1,01.
Más volumen y menos dinero
Juntos, Burela y Celeiro erigen a A Mariña lucense en el principal mercado de caballa de Galicia: concentran el 55 % de los desembarcos y de los ingresos.
Ninguna de las cinco grandes lonjas gallegas, donde se mueve casi toda la xarda, se libra del descenso de cotizaciones. El promedio por kilo en la comunidad autónoma durante esta costera es de 1,03 euros, 42 menos que el año pasado. Hasta ahora se han alijado en Galicia 5.038 toneladas, casi 1.100 más que en 2019, pero la facturación total ha disminuido más de 500.000 euros, de 5,74 millones a 5,20.
La merluza de la última venta de la semana se paga en la rula burelense entre 4,20 y 7,20
Aupada por los consumidores españoles como el pescado fresco preferido en la cuarentena, la merluza fresca mantuvo este jueves las elevadas cotizaciones que durante esta Semana Santa paliaron el desplome de precios de gran parte de los días desde el inicio del confinamiento. El jueves no se subastó merluza de Gran Sol en la lonja de Puerto de Celeiro, sí en la de Armadores de Burela. En la última venta de la semana de esa flota en A Mariña, se pagó en la rula burelense a medias por barco de entre 4,20 y 7,20 euros el kilo. El sector afronta con incertidumbre las subastas de la próxima semana.