La Policía Local de Burela denunció a dos hombres por incumplir el confinamiento y estar en la calle sin justificación. A uno, de unos 40 años de edad, lo encontraron primero en las inmediaciones de un cajero automático para sacar dinero; tiempo después indicó a los agentes que había vuelto a salir a la calle porque iba a cambiar la pantalla del teléfono móvil; más tarde, cuando se lo encontraron por tercera vez, que tenía que comprar una cajetilla de tabaco; y finalmente, en la cuarta ocasión que lo interceptaron en la misma jornada, les explicó que se dirigía a darle de comer a unos caballos. En el otro caso el denunciado ronda los sesenta años de edad y cuando fue localizado por los policías les indicó que se dirigía a realizar la compra. Sin embargo, en la calle en la que estaba no hay ningún supermercado y, al parecer, había sido visto varios días en el mismo lugar. Las denuncias han sido trasladadas a la Subdelegación del Gobierno, y la cuantía mínima es de 600 euros.