Sí hay relevo generacional, al práctico portuario de Viveiro lo sucede su hijo

A principios de año se cogió sus primeras vacaciones en los últimos trece años Andrés Díaz Ferro, práctico portuario de Viveiro, Burela y Cariño. Después de 148 meses al pie del cañón, encontró en su hijo Jorge Díaz Lage el sustituto temporal para descansar unos días. Desde este mes es definitivo. En lo que casi es una excepción en el mundo del mar, en este caso sí hay relevo generacional porque al recién jubilado Andrés lo sucede su hijo Jorge. Ahora es él quien guía a los mercantes y a otros buques de gran porte en dos puertos de A Mariña y en uno de Ortegal.

Jorge Díaz Lage sigue los pasos de su padre acreditado por su titulación de capitán en la Escuela Superior de Marina Civil de Gijón, por su experiencia navegando en remolcadores y buques de transporte en distintas aguas, como el Mar del Norte, el Atlántico de una orilla a otra, el Mediterráneo o el área de Gibraltar.

A sus 33 años, el nuevo práctico portuario de Viveiro, Burela y Cariño se ha ganado a pulso el puesto que hasta hace unos días desempeñó su padre. Aparte de su titulación y de los días de mar, a finales del año pasado superó en Madrid las pruebas que lo habilitan como práctico portuario. También ha aprobado los exámenes de las capitanías marítimas de Burela y de Ferrol, de las que dependen los tres puertos autonómicos donde trabaja.

Con su padre como maestro, lleva meses profundizando en el conocimiento de las entradas y salidas a los muelles viveirense, burelense y cariñés. Jorge Díaz es ahora el máximo responsable del servicio de practicaje, pero también ha de estar disponible por si se requiere su intervención en alguna contingencia marítima. Por delante tiene un calendario laboral marcado por las llegadas y partidas de los mercantes.

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