El príncipe azul conquista paladares en Burela, donde la feria es sentimiento

BURELA

XAIME RAMALLAL

Prepararon 3.300 kilos de bonito a la parrilla, cocido, en salpicón...

04 ago 2019 . Actualizado a las 16:05 h.

El mar es trabajo, ocio, arte... todo un sentimiento en Burela, capital del príncipe azul, del bonito del norte que volvió a conquistar paladares este sábado en su feria gastronómica por excelencia. Un tanto especial este año, en su 35.ª edición, por estrenar la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, un reconocimiento a generaciones de burelenses, profesionales y voluntarios, que confiaron y confían en el potencial de este túnido.

El manjar, a precios populares, merecía la espera. También muchos turistas -algunos confesaban que llevaban asistiendo a la feria desde hacía veinte años- haciendo cola bajo un sol de justicia. Alrededor de 3.300 kilos de bonito se usaron para elaborar cuatro mil raciones (a la parrilla, cocido o en empanada, a 8 euros) y dos mil de salpicón (2 euros), además de las raciones de marmitako (5 euros) que se degustarán este domingo. También había opción de elegir menú sin gluten. Unos optaron por degustarlo al aire libre, paseando por el puerto: otros, a cubierto y a la sombra; hubo quien lo llevó de menú a casa y también quien aprovechó para seguir en vivo y en directo los trabajos de los finalistas del certamen de pintura mural Amarte, gallegos y de otras regiones, que con sus trabajos decoran el muro del puerto.

«A feira é un sentimento, non se describe, vívese», manifestó Lina, una de las jóvenes integrantes de la Sociedade Cultural Ledicia, el alma máter de esta feria arropada por Concello, Diputación y Xunta, empresas y particulares. La joven reflexionó sobre la importancia de la flota y del bonito para el desarrollo socioeconómico de Burela y de generaciones de vecinos. Algunos aguardan el día de la feria como «se fose a Noite de Reis», manifestó. Pero esta celebración que refuerza la identidad como pueblo no sería posible sin los voluntarios que altruistamente hacen que la fiesta sea una realidad. Este año rondaron los 130 o 140, con la incorporación de mucha gente joven.

También hubo reconocimientos para quien ayudó a impulsar la celebración, premios para las ganadoras de los concursos de carteles y para el asador mayor y la colaboradora de honor. El público, el que acude a la degustación, el que repite y el que convence a amigos y familiares a saborear el mar en Burela. Para él también fueron las palabras de agradecimiento de la presidenta de Ledicia, Rocío Rivera, quien confía que la reciente declaración de la fiesta le permita seguir ganando en promoción. Sobre la técnica empleada para capturar el túnico de manera artesanal que caracteriza a Burela incidió en su pregón la actriz mariñana Estíbaliz Veiga. Recitó a Machado, se comprometió con los profesionales del mar y aplaudió a los hombres y mujeres que, sin filtros, «son os príncipes e princesas de Burela». Pocos se marcharon este sábado de la localidad sin asistir al concierto de Budiño o sin visitar Produart, la feria de productos artesanos y ecológicos que congrega a más de cincuenta puestos y que continúa abierta. A las 13 horas de hoy domingo será la apertura de la degustación de marmitako, se entregarán los premios de pintura y se presentará el Festival Osa do Mar, con música en directo.