El acusado de golpear y retener a su pareja en Burela niega haberle impedido irse

La Voz EFE/ LUGO

BURELA

OSCAR CELA

Ella se colgó por un balcón para escapar del hombre con el que convivió 12 años y con quien tenía dos hijos

13 nov 2018 . Actualizado a las 13:17 h.

El acusado de golpear y retener a su pareja en Burela reconoce la agresión pero niega que le hubiese impedido marcharse. Se enfrenta a una posible pena de ocho años de cárcel por los delitos de lesiones y detención ilegal, dado que está acusado de agredir a su pareja, a la que supuestamente le propinó varios puñetazos en la cara y encerró en la habitación de la vivienda que ambos compartían para evitar que huyese del domicilio, reconoció hoy en el juicio que la golpeó en el transcurso de una discusió.

Los hechos ocurrieron el 21 de mayo de 2106, cuando la pareja llevaba doce años de relación, fruto de la cual tenían dos hijos en común.

Según el escrito del ministerio fiscal, ambos se encontraban en la vivienda que compartían en la citada localidad costera cuando se inició una discusión entre ellos, momento en el que el acusado agarró a la mujer por el cuello y le propinó varios puñetazos en la cara. A causa de lo violenta que fue la agresión, la mujer se cayó al suelo. Cuando intentó ponerse de pie, para evitar que se escapase de la vivienda, el hombre la metió a la fuerza en una habitación del domicilio y cerró la puerta, la ventana e incluso las persianas, al tiempo que le decía que la iba «a matar». Ella logró abrir la puerta de la habitación, que daba a un balcón, y desde allí se descolgó para escapar, con la ayuda de un vecino, que acudió a su llamada de auxilio.

Sin embargo, el supuesto agresor precisó hoy en el juicio, que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Lugo, que solo golpeó a su mujer con la «mano abierta» a causa de una discusión entre ambos «por el móvil», pero aseguró que «en ningún momento» la encerró en la habitación, además de afirmar que si ella hubiese querido podría haber salido.

De hecho, dijo que él estaba en el sofá cuando, en un momento dado, escuchó gritos que venían de la habitación y al abrir la puerta se encontró con que su mujer estaba en el balcón, agarrada a la barandilla por el lado de la calle y con los pies apoyados en el saliente. Siempre según su versión, un vecino llamó a la puerta y él mismo se la abrió para que le ayudase a su mujer a entrar de nuevo en casa.

Diferente fue la versión de la mujer, quien precisó que la discusión entre ambos comenzó cuando él le cogió el móvil y le dijo que «lo estaba engañando con otro», lo que dio pie a una discusión entre ambos en la que el acusado se puso «nervioso». Según el relato de la víctima, él la golpeó, se cayó al suelo y antes de que pudiese levantarse le dio varios «puñetazos en la cara», para luego llevarla «a rastras» hasta la habitación, donde supuestamente la encerró. La víctima dijo que el acusado le dijo en varias ocasiones que «la iba a matar» y que vio como única posibilidad para salir de la vivienda descolgarse por el balcón.

Para el fiscal, estos hechos son constitutivos de los delitos de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer y de detención ilegal, por lo que solicita para el acusado ocho años de prisión, así como que se le prohíba acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante once años. En cualquier caso, también sostiene que dichas penas podrían sustituirse por la expulsión del penado del territorio nacional, o bien cuando acceda «al tercer grado o se le conceda la libertad condicional».

En cuanto a la defensa, la letrada Cecilia González confirmó que pedirá la libre absolución, por considerar que lo que ocurrió en el domicilio fue «un forcejeo entre la pareja», durante el cual, «a causa de un mal golpe» la mujer «se cayó al suelo».

“Retención ilegal no hubo”, aseguró, porque la mujer en ningún momento estuvo “encerrada”.