Anatomía de un paisaje

tareixa taboada OURENSE / LA VOZ

BARREIROS

Agostiño Iglesias

Santiago Barreiros. Un clásico inconformista que revoluciona la imagen

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Siempre intento mirar fuera en un intento de ver dentro. Intento decir algo que sea verdad pero quizás nada sea verdaderamente real, excepto lo que está ahí fuera y lo que está ahí fuera es siempre diferente». Robert Frank.

Con una férrea y consolidada trayectoria profesional, gran inteligencia emocional, autoridad intelectual y bonhomía conocida por todos por su comportamiento prosocial y altruismo, Santi Barreiros es un fotógrafo referente en la imagen contemporánea.

Desde un purismo existencial, sacude tras el objetivo al objeto de su mirada, convirtiendo el instante efímero en inmarcesible.

Esa mirada suya única y su sensibilidad singular, impregna de atemporalidad la humanidad que sostiene entre el verismo objetivo y el encuadre subjetivo, el punto de vista conceptual que propone como un enigma la propia mente del fotógrafo. Su ojo escucha al paisaje, convirtiendo este tema en plataforma de investigación y búsqueda en detrimento de su carácter documental o estético para ahondar en el factor comunicativo de la imagen, haciendo visible lo invisible en un tiempo suspendido, tiempo de silencio y calma con la mirada de un infiltrado, un botánico maravillado ante el descubrimiento de las rarezas siempre mutantes del paisaje, reivindicando el mayor ejemplo de generosidad que encuentra en la naturaleza y su continuo devenir en su orden y perfecto desorden telúrico, salvaje, primitivo y democrático.

Refleja el todo por la parte, sección del instante en cortes de realidad, macrofotografías de la piel del paisaje, objeto de su investigación desde el proyecto Xeografía do efímero, que se expuso en la Sala Valente en 2018. La clave está en su mirada a través del visor, capaz de convertir lo inestable en equilibrio, lo efímero en eviterno con una intuición extraordinaria y una manera única de aprehender la realidad.

Maestro en todos los géneros fotográficos: fotoperiodismo, fotografía industrial, diseño y moda, foto artística y en este campo -bajo el itinerario circular del paisaje-, cultivador del retrato psicológico y atmosférico, sorprende en la vitalidad de sus fotografías de calle desde la humanidad reflejada en los flujos de movimiento y tránsito hasta el tiempo muerto de encuentro con el paisaje, buscando los enclaves donde se refleja y trasladando este dialogo al espectador. Imágenes en las que prescinde de la sensualidad sensorial del color con el virtuosísimo conceptual del blanco y negro y un arduo y sorprendente trabajo en la amplia escala de grises. La imagen da paso a la reflexión y ésta al pensamiento y la palabra en la piel del paisaje, vórtice del discurso. Imágenes apasionantes con valor metafórico, alegorías y excursus filosóficos sobre el efecto depredador del hombre.

Con talento superdotado y transgresor de dilatada experiencia anything goes (sin reglas ni límites) tiene la capacidad de transferir su mirada al otro. Revierte el concepto de apariencia, generando desplazamientos afectivos y lingüísticos a esferas intelectuales, utilizando el filtro neutro y unificador de la memoria, la profundidad y un encuadre insólito.

Innovador, directo y honesto

Etnógrafo, artista diletante, explorador y aventurero, Santi Barreiros es un innovador en el campo de la imagen, directo y honesto en su lenguaje con un purismo escrupuloso en la limpieza de la escena, patrones de composición y postulados reduccionistas, excluyendo el pictoricismo ilusionista para crear una obra conceptual libre de artificios, una imagen que provoca una respuesta emocional a través del recorrido visual por geometrías abstractas, la poesía de los espacios vacíos que equilibran en negativo la escena y en la alienación de los elementos estructurales de la composición.

El minimalismo fotográfico de Barreiros entra en lo absoluto, el orden de lo salvaje, la armonía del caos que analiza en la experiencia visual que subyace, reinventando la pauta que marca el paisaje desde la toma in situ y transformándola en emoción, belleza contra la barbarie de un mundo embrutecido y voraz en su canibalismo de imágenes y reacciona planteando la reflexión, reencuadrando y descartando partes de la escena y una focal larga consiguiendo una hibridación entre lo objetivo y la sublimación subjetiva. Desarrolla un lenguaje visual autónomo con una libertad sin concesiones, creando imágenes poéticas con gran sentido de la abstracción como la serie Seascapes de Hiroshi Sugimoto, con el intimismo de Cooper, las atmósferas oníricas de Turner y el surrealismo de Man Ray. Una calidad artística sobresaliente y un conocimiento técnico-formal superior.