Está en la playa de Coto, en Barreiros, frente al Cantábrico: es el asiento del vigilante
13 abr 2019 . Actualizado a las 17:46 h.Sin duda, la de la imagen entra dentro de las chapuzas top de Galicia. Original, en cierto modo, sí que es; elaborada, también, aunque el diseño rompa cánones. Se trata de una silla de plástico atornillada a cemento sobre unas rocas, en primerísima línea de playa.
Alguien echó una placa de cemento sobre las rocas y atornilló luego la silla plástica a esa base y ahí está, sujeta, en la playa de Coto, en la costa de Barreiros, frente al Cantábrico abierto y esplendoroso.
Pobre Barreiros, podríamos pensar, siempre noticia al margen de su belleza natural. Dispone de kilómetros y kilómetros de litoral en mar abierto, un auténtico privilegio que atrae desde siempre a veraneantes lucenses y madrileños.
El alcalde, Alfonso Fuente, nos saca de dudas: es la silla del vigilante de la playa. Desde ella tiene una visión amplia de todo el arenal. El asiento, dice, está ahí desde hace años. Antes se quitaba tras la época de verano; la desatornillaban y se guardaba hasta el verano siguiente. Desde hace dos años la dejan ahí porque el mar hace estragos, claro, y los hierros se han oxidado. También hay un mástil salvavidas sujeto a las rocas con cemento.
La silla azul, así llamada, es conocida ya en la costa barreirense. Frente a la playa de Coto hay un cámping, uno de los más demandados de A Mariña, y un espacio museístico con un encanto especial. También una zona verde de descanso, a la entrada de la playa. Y en medio del arenal, clavada en la roca, verán la popular silla azul.