«Tengo un primo en Paiporta que lo perdió todo y salió de su casa con lo puesto», señala una joven ribadense
A MARIÑA
Su madre está al frente del local La Bugalla, que aportó diverso material al joven Iago Fernández que inició una campaña para llevar ayuda en todoterreno a Valencia desde Ribadeo
03 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Son varias las conexiones que están saliendo a la luz entre mariñanos y gente que vive en la zona afectada por la dana, en la Comunidad de Valencia. Algunas muy personales. Y en ciertos casos, situaciones de extrema necesidad que encienden la llama solidaria de quienes las conocen, prácticamente de primera mano. Es el caso de Maylin, cuya madre,Yuly, está al frente de La Bugalla, local de Ribadeo que no dudó por un momento en contribuir a la llamada a la solidaridad del joven ribadense de 18 años, Iago Fernández, que de un día para otro organizó una campaña desde A Mariña y Asturias para llevar ayuda en todoterreno a Valencia. «Le entregamos botellas de agua de litro y medio que teníamos para vender o tomar nosotros, también ropa y mantas. Yo tengo un familiar en Valencia, un primo que vive en Paiporta, Derion. Fui comentándoselo a la gente, pues él lo perdió todo y salió de su casa con lo puesto y el móvil. Tengo ese caso, muy cercano, por lo que le mandé un paquete para ellos, pero también le di más cosas. En el centro de Valencia también está mi padre aunque no le pasó nada. Gracias a Dios, tienen donde estar y quien les ayude. ¡La gente me dio tanto!», cuenta Maylin Márquez, de origen venezolano que vive en Ribadeo y tiene una parte familiar en la comunidad valenciana.
«Piensas que eso aquí no sucede y, al final, que le pase a alguien tan cercano en tu familia te quedas...»
Casi desde la otra punta de la península, confiesa que es «bastante complicado porque piensas que no es algo que te va a pasar a ti, tan cerca, ¿sabes? Piensas que eso aquí no sucede y, al final, que le pase a alguien tan cercano en tu familia te quedas...». Ve las imágenes y reflexiona: «Sí, te parece que está lejos pero en realidad está cerca. Ellos tienen que empezar de cero y cuando digo de cero... Las puertas y las ventanas se fueron. Si el agua movió una nevera, imagínate lo demás. Hacía un año que mi primo se había mudado allí, hace nada. Mi primo perdió todo lo material porque vivía justo al lado de donde pasaba el río».
«Yo le decía a la gente que venía a colaborar, que podía ayudar con cualquier cosa porque, ahora, allí hace falta de todo», finaliza, pensando también en la gente que en la zona afectada no cuenta con familia que la pueda ayudar, aunque sea a la distancia.