Todos esperamos algo de Alcoa

A MARIÑA

PEPA LOSADA

07 oct 2024 . Actualizado a las 09:53 h.

Los más de 500 trabajadores de las empresas auxiliares de Alcoa le empiezan a ver «las orejas al lobo». Porque se acerca diciembre y van a quedar sin protección o al menos eso temen. Decía un representante sindical que se sienten «el eslabón más débil de la cadena» y eso empieza a hacer mella. Pasan las semanas y aumenta la inquietud lógicamente. Demasiado tiempo en esta incertidumbre. Hay que reconocer al comité y a los representantes sindicales su capacidad para resistir, para mantener la fábrica aún abierta cuando Alcoa la quería cerrar hace ya mucho tiempo.

¿Qué puede pasar de aquí a diciembre? Lo mejor que podría ocurrir es que Alcoa anunciase que ha vendido la fábrica (manteniendo todos los compromisos firmados en el acuerdo de viabilidad). Todos esperan, esperamos, un anuncio en noviembre, si no antes, para no entrar en diciembre con nervios y tiranteces. De momento el mutismo por parte de todos es total. Lo único que vamos conociendo a cuentagotas son declaraciones que los gestores de Alcoa realizan ante sus accionistas en EE.UU.

Está pendiente también una reunión en Madrid con Alcoa, a la que el presidente de la Xunta -Alfonso Rueda- está dispuesto a asistir. Con los ministros de Industria y Transición. Al máximo nivel. Para que ahí Alcoa ofrezca información con claridad. El comité de la fábrica de San Ciprián viene demandando esta reunión con insistencia.

Si entrásemos en diciembre con esta incertidumbre no sería una buena noticia. Pero tampoco el fin. Habría que saber qué propone Alcoa (de momento no hubo más inversiones en San Ciprián, que sigue sin contar con horno de ánodos para producir aluminio y que es fundamental). 

Mientras, las empresas auxiliares de Alcoa aguantan como pueden. Algunas han anunciado los primeros despidos porque no se sostienen; otras adelantaron vacaciones a parte del personal en tanto se sabe algo. Continuar no será fácil, hacen falta inversiones en el complejo industrial de A Mariña y recuperar una cartera de clientes que se perdió en estos dos años de inactividad prácticamente manteniendo el empleo. La ecuación es de lo más compleja.