Una cafetería con parque infantil pionera en A Mariña traspasa «por ansiedad»
A MARIÑA
O Cabaliño do Mar, de Xove, lleva 9 años funcionando «con gran éxito»
09 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un negocio hostelero para que disfrute toda la familia. Los más pequeños, en el enorme parque de bolas; y los adultos, sentados tranquilamente disfrutando de un café, un batido e incluso un cóctel. Esta es la innovadora propuesta con la que lleva nueve años funcionando O Cabaliño do Mar en Xove, un local que ahora se traspasa debido a los problemas de salud derivados de la ansiedad que sufre su propietario como consecuencia de los efectos de la pandemia del coronavirus en un sector que se vio muy afectado. «Ata o covid estaba ben. Tivéramos un incendio e pasáramolo mal porque o seguro non quería pagar, pero xa resolvéramos. Pero o coronavirus foi un desastre. Pasamos moito tempo pechados, mentres as facturas seguían chegando e nós non tiñamos ingresos. O alugueiro do local, os recibos..., e tivemos que facer unha reforma na cociña. Aquela débeda é un lastre», explica Fran González, de 43 años.
Esa espada de Damocles, unida a la falta de personal, han creado un cóctel explosivo que ha acabado afectando al bienestar psíquico de un hostelero emprendedor que en su día trabajó en la construcción y, ya en la hostelería, dirigió A Esmorga, en Viveiro, o abrió «desde cero» el conocido Mesón A Fuga, también en Xove. González destaca que O Cabaliño do Mar funciona bien. «Vén moita xente de Viveiro, de Burela, de Foz... Todo o mundo me di que non hai outro sitio igual. Mesmo xente que no verán chega doutros lugares máis grandes marcha encantada», comenta. «E se o deixo non é por un tema de cartos, senón por un tema de saúde, porque necesito afastarme disto para estar ben e intentar recuperarme», confiesa.
Fran González, propietario de O Cabaliño do Mar: «Fastídiame pechar todo porque o negocio vai moi ben, pero teño que deixalo por saúde»
O Cabaliño de Mar está situado en el centro de Xove, en la calle Tomás Mariño Pardo, y dispone de una superficie de 245 metros cuadrados. De ese total, alrededor de 40 están destinados al parque de bolas infantil que hace las delicias de los más pequeños mientras los adultos pueden tomar algo y charlar tranquilamente en la cafetería. Se trata de un espacio especialmente agradable, distribuido en distintas zonas. Además, el negocio cuenta con una terraza amplia y cuatro acuarios con peces de colores capaces de hipnotizar con sus movimientos y su manera de nadar a cualquiera. El servicio de cocina funciona «cada vez mellor», y ofrece a la clientela una amplia carta de helados, batidos, raciones, pizzas y hamburguesas. «Fastídiame pechar todo porque o negocio vai moi ben, e por iso estou intentando traspasalo, pero teño que deixalo por saúde», comenta Fran González, que lleva toda la vida viviendo en Xove. «Estou canso de estar sempre pelexando coa xente, de que un día che falle un traballador e outro varios. A falta de persoal lévase moi mal porque estás dependendo sempre de terceiras persoas», manifiesta el empresario. Afirma que actualmente tiene siete empleados que trabajan a turnos. Hacen 40 horas semanales y tienen dos días de libranza a la semana. En cuanto a las condiciones del traspaso, señala que está abierto a escuchar ofertas, y que en el negocio ha invertido mucho. «Son unha persoa perfeccionista, á que lle gusta facer as cousas ben, e que vaia encima miña todo é unha carga tremenda que me está afectando moito á saúde. Por iso prefiro deixalo», comenta.