
Habrá quienes digan que nada, por quitar hierro. Tal vez tengan razón o no. Supongo que dependerá de a quién o a quiénes se les pregunte. En los últimos 15 días se supo de dos peleas al menos, bastante numerosas, en la misma zona de Ribadeo: el entorno de la calle Vilalba. Quizá para quienes vivan un poco lejos no tenga importancia o tenga menos; desdeluego para los vecinos de esa zona, que además de peleas soportan el ruido sí es un problema cada vez, por lo que se ve, más importante. Y si al ruido se añaden daños en vehículos, como sucedió este fin de semana, ya el problema es algo más relevante. Debiera atajarse.
No sabemos de momento qué es lo que está pasando. Habrá de saberse. No ocurre solo en Ribadeo. Los vecinos del casco histórico de Viveiro también se han quejado reiteradamente por los ruidos de los botellones y daños en el mobiliario urbano y en sus propias fachadas. Habrá que actuar de algún modo; no se puede consentir todo. Falta educación y falta respeto y sobra alcohol, entre otras cosas probablemente. No es normal. Aunque haya quien diga -tratando de ser comprensivo- que son cosas de chavales, no es normal. Resulta difícil entenderlo.