La escasez de huevos acecha a Asturias: «Producirlos no es como fabricar tornillos»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

A MARIÑA

Granja Taramundi
Granja Taramundi

La crisis de producción avícola podría tener como consecuencia el racionamiento en los supermercados asturianos

20 mar 2023 . Actualizado a las 18:35 h.

El aumento de los precios, la gripe aviar y la guerra de Ucrania han tenido como consecuencia una crisis de desabastecimiento de huevos a nivel europeo que ha repercutido en España y, como consecuencia, en Asturias, según explica Maximino Viejo, propietario de Granjas Porceyo. «El brote de gripe aviar que ha habido en países como Francia y Reino Unido ha hecho que a los grandes productores de huevos españoles les salga más rentable enviar la mercancía fuera de España, porque la pueden vender a precios mucho más elevados. Una situación que ha tenido terribles consecuencias para las pequeñas productoras locales como nosotros». Aunque la situación en las granjas de huevos camperos ha sido algo diferente, según explica Eva Rodríguez, copropietaria de la Granja Taramundi.

Todo comenzó a finales de 2022 cuando, debido a un brote de gripe aviar, Reino Unido sufrió un gran desabastecimiento de huevos en los supermercados, lo que obligó a las grandes cadenas a tomar medidas y exigir el racionamiento de este producto. Tiempo después, esta nueva epidemia comenzó a afectar a las aves de países como Francia o Alemania. Una situación que favoreció a las grandes productoras avícolas de España pues comenzaron a vender su producto al extranjero por un precio mayor. Sin embargo, las pequeñas productoras, como Granjas Porceyo, notaron rápidamente las consecuencias. «La situación comenzó en noviembre de 2022. Es cierto que en la producción de huevos normalmente suben y bajan los precios, por ello, esperábamos que fuera algo pasajero y que no llegaría a trascender. Asumimos esta pérdida durante un tiempo, pensando que el mercado se estabilizaría, sin embargo, fue al revés, no solo no se estabilizó, sino que la situación se ha agravado», explica Maximino Viejo.

La subida del precio del huevo se debe a varios factores, aunque todo comenzó con la guerra en Ucrania, cuando los precios del pienso y de la electricidad se triplicaron para Granjas Porceyo. Un factor que repercutió de manera directa en los costes de producción los cuales aumentaron notoriamente. «Al principio, intentas aguantar, crees que es algo puntual, vas sacando de tu arca económica parte de tus beneficios, empiezas a ver una merma económica en tu empresa, decides subir el precio en la calle y al final lo que consigues es una pérdida de clientes importante. Es algo que, aunque intentamos que no repercutiera en el precio que le ponemos a los huevos, terminó siendo inevitable», asegura Maximino.

Granjas Porceyo
Granjas Porceyo

Según el último balance reflejado en el informe de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), en los últimos meses el precio del huevo subió a nivel nacional en una media del 27,2%. Sin embargo, desde Granjas Porceyo aseguran que en su caso la subida ha tenido que ser de «entorno al 50% para poder sobrellevar la situación. No nos ha quedado otro remedio».

«Producir huevos no es como fabricar tornillos», así explica Maximino el aumento de los costes de producción, pues «las gallinas no ponen lo que el cliente te demanda. No le puedes pedir a las gallinas que al día te den tantos huevos pequeños y otros tantos grandes. Todo ello genera una escasez de productos». En estos casos los avicultores locales se ven obligados a comprar en el mercado libre, donde los precios se han disparado debido a la crisis aviar europea.

La subida de los precios no es la única problemática a la que ha tenido que hacer frente la granja de Maximino. La pérdida de clientes ha sido otra de las grandes consecuencias de esta situación. Granjas Porceyo exporta su producto principalmente a bares, sidrerías y pequeñas tiendas locales. Ahora, la cuota de mercado que han perdido se reparte por los distintos supermercados, donde el precio no ha subido tanto porque «hacen un dumping. Venden los huevos por debajo de su coste de producción, pero recuperan el dinero a través de sus otros productos. Algo que nosotros no podemos hacer porque solo comercializamos huevos».

Un verano excesivamente caluroso como el del pasado año, fue otra de las causas de esta peculiar situación de desabastecimiento. El golpe de calor que produjo la muerte de muchas aves «fue tremendo. La mortandad fue horrorosa. Normalmente las camadas de aves duran un año, no uno o dos meses como sucedió en esta ocasión», explican desde Porceyo.

El pasado 9 de marzo, la cadena de supermercados catalanes BonÀrea se vio obligada a racionar la venta de huevos por persona. Concretamente, los clientes no podían adquirir más de diez docenas por compra, según ha informado EL MUNDO. Esta drástica decisión fue tomada por el supermercado pues aseguran que «la demanda supera a la oferta disponible». Aunque en Asturias no se ha registrado ningún indicio de que esta situación pudiera darse, Maximino Viejo no la descarta del todo.  «Una parte de mis clientes se ha ido al supermercado. Yo he tenido pérdidas de cuota de venta, pero no es una pérdida de cuota de consumo, es decir, la gente sigue comprando huevos igualmente. Si los supermercados asturianos tienen una cantidad pactada con sus proveedores y, de repente, comienzan a pedir el doble porque la demanda ha aumentado, podría llegar a darse la situación en la que el racionamiento fuera necesario para no desabastecerse».

Una situación diferente en las granjas de huevos camperos

Eva Rodríguez es una de las cuatro copropietarias de la Granja Taramundi especializada en la producción de huevos camperos y cuyo producto se exporta principalmente a los supermercados Alimerka.

Rodríguez es consciente de la crisis de producción, pero asegura que en su caso las consecuencias no han sido excesivamente notorias. «Apenas hemos subido los precios un 10%. Tenemos huevos de gallinas camperas y al ser productos más seleccionados, lo que producimos ya lo tenemos vendido. Además, nosotros no compramos a otras explotaciones, por tanto, no hemos llegado a tener pérdidas».  Además, desde la Granja Taramundi trabajaban con precios «un poco más caros», lo que permitió a la empresa mantenerlos en el tiempo a pesar de esta nueva situación.

Aun así, asegura que la guerra de Ucrania sí ha afectado a los costes de producción, sobre todo, en la compra de los piensos. «El precio del cereal se dobló, comprábamos la tonelada de pienso sobre 250 euros y ahora está a 470. Fue una subida bestial», asegura.